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Controlar la iluminación a distancia con domótica

¿Sabías que la primera lámpara incandescente se registra por el año 1879 de manos del inventor Thomas Alva Edison? Como resultado de este avance tecnológico, se origina la primera instalación eléctrica compuesta por 115 bombillas. Ahora bien, si hace 150 años hubiéramos planteado la pregunta de “¿se podría controlar este sistema de iluminación a distancia?” seguramente nos hubieran tachado de locos.

La tecnología de control de iluminación sigue en pleno desarrollo e innovación tanto en la infraestructura cableada como inalámbrica. Quizás hace un siglo lo que podía parecer una idea “absurda o loca” hoy forma parte de la realidad y ha llegado para quedarse. Hoy puedes tener el control absoluto sobre el sistema de iluminación en tu hogar, local, edificio o espacio abierto. Gracias al control de iluminación por domótica puedes ahorrar hasta un 25% del consumo energético. ¿Quieres saber cómo automatizar y monitorear la iluminación en tu vivienda?

¿Cómo se controla la iluminación con domótica?

Controlar la iluminación de nuestro hogar a distancia hoy en día es posible gracias a los dispositivos de domótica. El objetivo principal de estos dispositivos es distribuir la cantidad adecuada de luz en el espacio y tiempo requerido. Tanto si se instalan en interiores o exteriores de las vivienda como si los adaptamos a espacios residenciales, industriales o comerciales. Estos sistemas se basan en controlar diferentes redes de comunicación que enlazan varios componentes diseñados para regular la iluminación. Gracias a esto, se consigue supervisar toda la instalación de iluminación desde un dispositivo central que manda las señales a los actuadores.

Al principio los dispositivos de control de iluminación domótica se utilizaban para generar ambientes que mejoraran la estética del espacio. Algo fuera de lo común, si lo comparamos con el típico interruptor de encendido/apagado, que ofrece una mayor comodidad y confort al usuario. Además, el uso frecuente de esta tecnología ha generado un gran ahorro en el consumo eléctrico de iluminación en los espacios.

También, la capacidad de eficiencia energética hace que estos dispositivos formen la base de iluminación contemporánea y del futuro. Debemos tener claro que si nuestra vivienda cuenta con un sistema de domótica, se pueden obtener reconocimientos de gestión energética como la certificación LEED.

Gestiona la iluminación de tu vivienda con domótica

Lo principal, cuando se plantea automatizar o controlar de manera inteligente la iluminación de nuestra vivienda, es tener claro que espacios se requieren domotizar y cuantificar a que dispositivos afecta. Cuando hablamos de tener un control de iluminación inteligente, no se trata de controlar solo una bombilla a través del Smartphone, por ejemplo. La domótica puede llegar más allá, automatizando y programando nuestra vivienda al completo. Para conseguir este control unificado, también, es importante contar con un sistema de monitorización conjunto, o también llamado ecosistema.

Ideal sería poder tener nuestra instalación domótica con dispositivos de los mismos fabricantes o similares de tal manera que puedan ser compatibles. En otras palabras, cada dispositivo debe permitir la integración de productos de otros fabricantes. Esto nos permite por ejemplo, programar rutinas de automatización o controlar el asistente de voz desde otro dispositivo de diferente marca. Además de la compatibilidad entre dispositivos, también debemos conocer y diferenciar cómo funcionan los actuadores, controladores y sensores.

Características y funciones

Actuadores

Controladores

Sensores

Controla la cantidad de corriente en uno o varios puntos del circuito.

Compara un valor o pulso de una variable con un valor deseado para producir una señal Esencial para conocer que requerimientos de luminosidad necesita el espacio

Consiguen regular la cantidad de luz por ejemplo, en una bombilla incandescente, fluorescente, halógenas o LED.

Regula la cantidad de luz que se encuentra en los espacios para que se adapte a la necesidad del usuario

Manda señales continuas al controlador para que se pueda regular la luminosidad a través de los actuadores

Se puede controlar a través de cableado o de forma inalámbrica vía bluetooth o Wifi. Su nombre comercial es tipo dimmers o interruptor todo/nada

Pueden operar mediante comunicaciones de protocolo TCP/IP Podemos obtener un mayor ahorro en las facturas de luz

¿Cuánto cuesta un sistema de iluminación por domótica?

Al momento de instalar un sistema de control de iluminación inteligente, el coste del servicio dependerá dos tipos de dispositivos.  Por un lado, el número de circuitos conmutados (puntos de luz y pulsadores) y por otro, la cantidad de circuitos regulados (pulsadores tipo ruletas o teclas de intensidad). Si hacemos una media para una casa estándar de 100-150 m2, el coste medio puede oscilar entre los 500-2.000 €. Si la vivienda es de mayor tamaño, lo cual supondrá más espacios y puntos de luz a controlar, el coste rondará sobre los 2.000-5.000 €. Y por último, si la vivienda es de lujo o con una zona exterior bastante amplia la cual debe ser controlada lumínicamente, puede ascender el coste hasta los 10.000 €.

A modo de resumen, si tu idea es empezar a probar que ventajas te pueden proporcionar el control de iluminación de tu vivienda con domótica, puedes encontrar en el mercado equipos y dispositivos de control inteligente por 100-300 €. Además, solo basta con poner a prueba el cambio que puede generar una bombilla normal por una inteligente (30-40 €). Se puede alcanzar hasta un 30 % de ahorro energético, ganando en comodidad y seguridad.

Energía solar termodinámica: alternativa energética

En estos días, donde las energías alternativas están cobrando un papel protagonista en el sector energético, el desarrollo de tecnologías de última generación, como ventanas o celdas o paneles solares termodinámicos, están aportando un valor añadido al mundo de las energías renovables tal y como lo conocemos. Y es que no debemos olvidar que 2020 va a suponer para España y toda Europa un cambio en relación a la eficiencia energética. Es el comienzo para alcanzar consumo energético casi nulo. Una nueva situación que afecta, en mayor medida, a los edificios con la nueva directiva de eficiencia energética establecida por la Unión Europa (EPBD). Una normativa con la que se espera un ahorro de energía de entre el 60% y el 80% en los nuevos edificios. Por ello el compromiso con el desarrollo de nuevas tecnologías, permite maximizar la calidad del sector. Así como el bienestar y habitabilidad del planeta. Un compromiso que podemos encontrar en la energía solar termodinámica.

¿Qué es la energía solar termodinámica?

La energía solar termodinámica es una evolución de la energía solar tradicional. Es un novedoso sistema que aprovecha la diferencia entre la temperatura del líquido que hay en los paneles termodinámicos y la temperatura ambiente. ¿Y cómo se produce esto? Los paneles solares termodinámicos llevan un líquido refrigerante a una temperatura muy baja que produce un intercambio de calor con la temperatura ambiente. Siempre y cuando no sea más baja que la del líquido refrigerante. Esto permite producir energía en cualquier momento del día. Es decir, tanto de noche como en condiciones climatológicas adversas, lluvia, viento, etc. Y es aportando agua caliente sanitaria, calefacción y soporte para piscinas. Así que al poder funcionar con diversas condiciones climatológicas, la instalación de un panel solar termodinámico no está limitada únicamente a regiones con muchas horas de sol. Todo un beneficio.

¿Sabías que las placas solares termodinámicas tienen un ahorro estimado de un 75% en el consumo eléctrico?

Además, su vida útil suele rondar los 25 años. Están fabricados generalmente en aluminio, por lo que su peso es bastante ligero. Alrededor de 8 kg. Es un material muy resistente a las variaciones de las temperaturas, así como a la abrasión y al desgaste. El precio de una instalación de un panel solar termodinámico suele estar entre los 1.500€ – 3.000€. Pero este puede variar según el número de paneles y la dificultad de la propia instalación.

Aplicaciones de la energía solar termodinámica

Para mantener una buena relación, la producción de energía solar térmica debe ser de 4 KW con un consumo de 1KW. Cuando la energía solar térmica se mantiene a un nivel similar al del consumo, no estamos logrando ahorro. Por este motivo, antes de llevar a cabo la instalación de un panel solar termodinámico, debemos tener en cuenta este aspecto y valorar si podremos generar la suficiente energía solar térmica para que sea rentable. No solo habrá que tener en cuenta la propia instalación, sino también, valorar la situación meteorológica en la zona en la que queramos aprovechar la energía solar termodinámica.

Cómo funciona la energía solar termodinámica

A primera vista, una instalación de este tipo parece similar a una instalación de paneles solares convencionales, si bien su modo de funcionamiento es completamente diferente y resultaría similar a un sistema de climatización por bomba de calor. En una instalación convencional de paneles solares circula un fluido que se calienta a su paso por los paneles debido a la incidencia directa de los rayos solares. Este tipo de energía solar aprovecha el calor para calentar agua. El agua es transformada después en vapor, que a su vez mueve unas turbinas. La acción de esas turbinas es lo que permite producir electricidad. No se produce electricidad directamente. Esta es una manera muy similar a cómo se obtiene energía eléctrica partiendo de la quema de combustibles fósiles. En este caso, no hace falta quemar nada para que se puedan mover las turbinas, el calor del sol lo hace y, además, al ser vapor de agua, no hay residuos nocivos de ninguna clase.

Importante en lo que se refiere a su funcionamiento

No hay que olvidar, que es necesaria una gran cantidad de calor para conseguir ese efecto y eso se consigue concentrando el calor del sol en unos puntos muy determinados. Por eso, no se usan paneles solares fotovoltaicos, que emplean un principio muy diferente, sino que se utilizan colectores de energía. Cuando éramos pequeños aprendimos en la escuela que, con una lupa y un día soleado, podíamos concentrar la energía del sol en un punto. En ese caso, conseguimos tal concentración de calor que se pueden incluso prender cosas que ardan. El funcionamiento de la energía solar termodinámica es, a grandes rasgos, lo mismo. El calor en este caso no se concentra sobre un punto para que arda, sino sobre lo que se llama un fluido termovector. Este fluido tiene unas excelentes capacidades de transmisión del calor y suele estar compuesto de agua y anticongelante. Después, entra en contacto con agua y produce el vapor que mueve las turbinas.

¿Qué beneficios tiene la energía solar termodinámica?

  • Mantenimiento: estas instalaciones necesitan un mantenimiento mínimo.
  • Gas refrigerante: no es necesario recargar periódicamente el gas refrigerante. Además, no es tóxico y las fugas son fácilmente detectables.
  • Menos control de funcionamiento: Los paneles no tienen que purgarse, ni ser cubiertos en verano para proteger la instalación contra sobrepresiones.
  • Efectivos 365 días: en invierno no se corre el riesgo de que los paneles se congelen.
  • Sin sistemas de apoyo: las instalaciones termodinámicas garantizan por sí mismas el 100% del suministro sin necesidad de calderas de apoyo.
  • Alta calidad de material: panel muy ligero (7,6 kg) y ultra plano (grosor 2 cms).
  • Fácil instalación: no necesita ningún tipo de obra ni refuerzo del tejado y se pueden utilizar por las dos caras. Además, la instalación se puede realizar en menos de 4 horas.
  • Duraderos: los materiales con los que están fabricados son anticorrosivos y pueden durar varias décadas, no tienen problemas de congelación ni de dilatación.
  • Eficiente: este sistema es un 20% más eficiente que los sistemas térmicos en el mercado. Capaz de trabajar durante todo el año con o sin radiación solar. ACS durante los 365 días del año día y noche.

Energía solar térmica y termodinámica: ¿es lo mismo?

No. Es muy frecuente confundir la energía solar termodinámica con la térmica , ya que ambas hacen uso de los rayos solares para funcionar. Sin embargo, la principal diferencia entre ambas es que en la térmica, solo es posible generar energía a partir de la radiación solar. Mientras que la energía solar termodinámica puede servirse del viento, de la lluvia o del propio aire. Esto se debe a que los paneles solares termodinámicos funcionan por la diferencia de temperatura. Es decir, siempre que la temperatura del panel sea superior a los -7º, el sistema podrá proporcionar agua caliente sanitaria a unos 60º.

En lo que respecta al propio funcionamiento, también hay diferencias en la instalación de un panel solar termodinámico. En esta se utiliza una bomba de calor que tiene ganancia solar. Sin embargo, en la solar térmica se utiliza un acumulador de calor. Por último, la energía térmica debe estar siempre orientada al sur. De este modo, puede obtener la mayor cantidad de luz solar a lo largo del día. Por el contrario, en la energía solar termodinámica puede existir cierta variación en su posición. El motivo estás en que, como hemos dicho, es posible utilizar otras condiciones meteorológicas para funcionar.