Cuando hablamos de energías renovables, tenemos que tener presente que la biomasa es uno de esos recursos renovables con futuro y potencial muy prometedor en nuestro país, debido a los grandes medios que tenemos para generarla: recursos agrícolas, forestales, granjas animales, muchos kilómetros de costas que recogen cada año muchas toneladas de algas … Pero, a pesar de todo ello, aún tenemos mucho camino que recorrer para llegar a las cotas de uso deseables y de explotarla como podríamos. Gracias a recientes iniciativas, la biomasa está cada vez más presente en la península ibérica y tiene un futuro muy prometedor.
¿Qué es la biomasa?: principio de funcionamiento
La biomasa es la energía renovable que aprovecha todo lo que la naturaleza nos da. Una fuente de energía natural de calidad y que está en todo lo que nos rodea. Según el IDAE, la biomasa es el conjunto de la materia orgánica, de origen vegetal o animal, y los materiales que proceden de su transformación natural o artificial. Consultando la normativa en vigor, la Directiva 2009/28/CE , relativa al fomento del uso de la energía procedente de fuentes renovables, define la biomasa como “la fracción biodegradable de los productos, desechos y residuos de origen biológico procedentes de actividades agrarias (incluidas las sustancias de origen vegetal y de origen animal), de la silvicultura y de las industrias conexas, incluidas la pesca y la acuicultura, así como la fracción biodegradable de los residuos industriales y municipales”.
Según la procedencia de la biomasa, existen distintos tipos:
- Agrícolas: son los residuos de cosechas y los cultivos energéticos agrícolas.
- Forestales: son los residuos procedentes de la limpieza de los bosques, los restos de podas de claras, así como los cultivos energéticos forestales.
- Ganaderas: son los residuos del ganado, como los estiércoles y los purines.
- Industriales: son los residuos orgánicos procedentes de la industria.
- Alimentaria, como las fábricas de aceite de oliva o las conserveras.
- Transformación de la madera como las fábricas de muebles, así como de la industria papelera.
- Procedentes de la basura de las ciudades, que son la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos.
- Acuosas: proceden de las plantas acuáticas y algas.
Por sus particulares características, y por su diferente tratamiento normativo, los residuos domésticos e industriales se tratan de forma separada en el apartado de residuos.
¿Qué está pasando en España con la biomasa?
En España al igual que otros muchos países, por no decir todos, hay una cierta preocupación por revertir el actual sistema energético, la dependencia que tenemos en la actualidad de los combustibles fósiles y la conservación del medio ambiente. En el año 2006 se creó Bioplat, (Plataforma Tecnológica Española Biomasa para la Bio-economía), un grupo de excelencia y coordinación técnico-científico sectorial, compuesto por los todos los actores relevantes del sector de la biomasa en España, comprendiendo a los productores de materia orgánica valorizable, a los investigadores y productores de tecnologías de transformación y sus aplicaciones, y los organismos pertenecientes a aspectos de sostenibilidad y marco regulatorio. Y como vemos en el siguiente gráfico, la evolución del uso de energías renovables tiene una clara tendencia al alza, aunque no tenemos datos concretos sobre la biomasa, entendemos que sigue un camino similar, y gracias a los diferentes organismos y empresas que están apostando por ella en un futuro inmediato.
Fuente: Elaboración propia, a partir de datos de Eurostat
Además, en el año 2011, el IDAE generó el Plan de Energías Renovables (PER) 2011-2020 en el que se establecen objetivos acordes con la Directiva 2009/28/CE, y siguiendo lo especificado en el Real Decreto 661/2007 , por el que se regula la actividad de producción de energía eléctrica en régimen especial y de la Ley 2/2011 de Economía Sostenible. Todas ellas normas y documentos guía, para enfocar los esfuerzos de las diferentes organizaciones, gobiernos, empresas, y particulares, en el cambio hacia un modelo más sostenible en la generación y consumo energético. Como vemos en el siguiente gráfico extraído del informe sobre el sector eléctrico en España en el año 2017, las energías renovables aún tienen gran recorrido, y entre ellas, la biomasa aún tiene mucho que crecer.
A pesar del esfuerzo que se está realizando por las diversas instituciones y empresas, comprobamos que en el año 2017 hubo una disminución de la aportación de las energías renovables en la generación de electricidad, lo que incluye a la biomasa térmica. Esta disminución coincidió en la primera mitad del año, meses de abril y mayo, debido a grandes descensos de la producción hidráulica. Llegando a triplicarse la generación eléctrica por no renovables durante el mes de mayo. A pesar de esta circunstancia temporal, cabe esperar que la biomasa térmica, al igual que otras renovables, y muy especialmente la solar fotovoltaica, experimenten un gran auge en los próximos años.
El futuro de la biomasa como fuente de energía térmica
Haciendo eco de las declaraciones que realizó la empresa “Ence-Energía y Celulosa” y del reciente estudio que han publicado, en el que se revela que en España tenemos una gran cantidad de biomasa térmica sobrante que desaprovechamos, y que nos ayudaría a instalar 10,2 GWt (Giga-Watios térmicos) para la generación eléctrica renovable, y calor para la industria. El aprovechamiento de esta biomasa haría posible, que malas prácticas como son la quema de rastrojos agrícolas y la falta de limpieza en los montes, que es la causa principal de los incendios forestales, disminuyeran o incluso desaparecieran en pocos años, y que además son muy perjudiciales para el medioambiente. Como dato destacable, podemos decir que la biomasa puede contribuir al menos con 8.000 megavatios (MW) de potencia renovable en nuestro país. A pesar de todo ello, en España, la tendencia al uso de biomasa se ha estancado en los últimos años quizás motivada por la desconfianza a realizar inversiones en sectores que de una u otra forma estaban penalizadas por la legislación o desincentivadas en la práctica por las instituciones políticas. Pero que no son motivo para seguir creyendo en su futuro, y estar convencidos que va a ser una fuente de energía muy importante en pocos años.
Fuente: Agencia Internacional para la Energía Renovable.
Según el cálculo aproximado para determinar la biomasa excedentaria, realizado por la empresa Ence y, cumpliendo los criterios del decálogo que ellos mismos se auto-impusieron para la sostenibilidad de la biomasa como combustible, que garantiza un uso respetuoso con el medio ambiente de este recurso energético, así como con otros usos prioritarios de la biomasa. En este sentido, el Estudio realizado contempla las siguientes limitaciones para asegurar la gestión sostenible y responsable de la biomasa térmica:
- No se considera como combustible madera de más de 10 cm de diámetro.
- Dejar biomasa suficiente para asegurar que el suelo no pierda nutrientes, y se evite el arrastre del sustrato por las lluvias.
- Limitar la distancia de recogida de la biomasa para minimizar la huella de carbono.
- Se respeta en todo momento la prioridad de la utilización de la biomasa para la alimentación del ganado.
Además, según los cálculos de la misma empresa, las perspectivas de generación son muy buenas para diversos territorios peninsulares, como son las comunidades de Castilla y León, Extremadura, Castilla la mancha, Aragón, Comunidad Valenciana y Andalucía. Con potencias que oscilan entre los 0,7 GWt de Valencia y los 2,7 GWt de Andalucía. Es por ello que podemos considerar que la evolución que puede experimentar en los próximos años debe ser muy buena, con la creación de nuevas empresas o el reenfoque de las ya existentes para el aprovechamiento de este recurso, y con la instalación por parte de los particulares de calefacciones basadas en estas energías.
Fuente: Informe de Biomasa agroforestal excedentaria en España, de ENECE.