El efecto contaminante siempre ha sido una de las grandes inquietudes al generar energía. Antes de la llegada de las baterías de litio, preocupaba cómo almacenar la electricidad y disponer de esa energía cuando fuese necesario. Y es que las baterías fotovoltaicas donde se almacenaba eran muy contaminantes y conllevaban muchos riesgos.

¿Qué es la «edificación sostenible»?

En el año 2018, la Directiva 2018/844 del Parlamento Europeo revisaba y modificaba la anterior  (la Directiva 2020/31/UE del Parlamento Europeo y del Consejo), donde el objetivo era que todos los nuevos edificios tuvieran un consumo energético casi nulo. En esta nueva directiva, el objetivo principal se centra en introducir sistemas de control y automatización de edificios para acelerar la renovación rentable de los edificios ya existentes, como por ejemplo la integración de los sistemas domóticos. Introduce así un indicador de inteligencia para evaluar la preparación tecnológica del edificio.

¿Cómo conseguir este ambicioso objetivo? Mejorando las condiciones constructivas de las viviendas, para necesitar mucha menos energía que las construcciones actuales. Y también consiguiendo la energía necesaria con un menor impacto ecológico y de una forma más eficiente.

¿Qué papel juegan las baterías en una instalación fotovoltaica?

Las baterías ayudan a no depender de la red de suministro eléctrico. Al cubrir el consumo de la vivienda con las placas solares, la instalación fotovoltaica es estable y conseguimos así ser autosuficientes. Durante los picos de producción en las horas de sol, la electricidad que no se utiliza en la vivienda, se almacena en una batería de litio o una batería de plomo ácido. Este exceso de electricidad más tarde se puede utilizar.

Baterías de alto rendimiento

El precio de las baterías puede suponer un obstáculo para algunas personas. A pesar de ello, debemos tener en cuenta los beneficios que nos pueden aportar las baterías de litio de alto rendimiento respecto a otras tecnologías.

Este tipo de baterías solares, gracias a sus características, elevan la eficiencia de las instalaciones de energía fotovoltaica. Se recargan con rapidez, pueden descargarse casi por completo y no tienen efecto memoria. Otra de las ventajas que nos ofrece es su larga vida útil, lo que nos ayudará a compensar su precio elevado. Tampoco necesitan ventilación, por lo que instalarlas en un cuarto sin ella no sería una preocupación. Tampoco lo serían los gases nocivos que otros modelos sí desprenden. Requieren poco mantenimiento, así que los gastos son menores que con otras tecnologías. Y su instalación también es más sencilla debido a su reducido peso.

Las actuales baterías de litio son las más utilizadas. Pero son solo el principio. Con el tiempo y la mejora de la tecnología, se sigue mejorando la sostenibilidad de las baterías fotovoltaicas y se descubren materiales que mejoran las cualidades de las tradicionales baterías de plomo ácido, así como de las actuales de litio.

Tipos de baterías de alto rendimiento

Baterías de litio. Como ya hemos comentado, se trata de baterías que ocupan poco espacio, no pesan mucho y no emiten gases nocivos. Fáciles de colocar en cualquier sitio, su carga es rápida y pueden descargarse sin perjudicar su vida útil.

Batería de acero-cobre. Batería que por el momento se encuentra en estudio y se tiene que probar todavía en funcionamiento real. Los principales componentes de este tipo de baterías fotovoltaicas provienen de la chatarra reciclada.

Batería de sodio-manganeso. Se encuentran en desarrollo. Surgieron a partir de un concepto teórico en el año 1928. Y se basa en una estructura del Manganeso con un electrón menos. Que se conoce como estado “1-plus” o “monovalente”. La huella ambiental de este tipo de baterías fotovoltaicas sería muy reducida.

Baterías de aluminio-grafito. También se encuentran en desarrollo. Sería la primera batería de alto rendimiento en la que se emplearía aluminio y grafito en su fabricación, dos materiales muy baratos.

Pila primaria de aluminio-aire. Se trata de una pila primaria en la que se reemplaza el aluminio para recuperar toda su capacidad energética. Es más eficiente que las baterías de litio actuales. Su peso es menor y reduce de forma considerable el riesgo de explosión. La investigación de este tipo de baterías está más enfocada en el sector automovilístico

Instalación fotovoltaica: ¿Es posible añadirle baterías?

Si nuestro objetivo es ser autosuficientes, la respuesta es sí. Puedes tener en funcionamiento una instalación fotovoltaica y con el tiempo añadirle baterías para poder usar tu propia energía y ser completamente autónomo.  Una instalación fotovoltaica puede funcionar sin batería, pero entonces no estaríamos aprovechando esa energía que se ha generado durante el día. Sin la batería, no tendríamos forma de almacenarla para su uso posterior, por ejemplo para por la noche. Entonces deberemos hacer uso de la energía proveniente de la red.

Beneficios de las baterías solares de alto rendimiento

  • Larga vida útil: pueden llegar a durar unos 7.000 ciclos, que equivale a más de 19 cargas y descargas diarias.
  • Tiempo de carga: las baterías de alto rendimiento son las más rápidas en cargarse
  • Capacidad de descarga: pueden descargarse casi por completo sin perjudicar su vida útil.
  • Gran almacenaje: utilizaremos por la noche la electricidad acumulada durante el día en la baterías, pudiendo acumular en 10 horas 5.000 Wh.
  • Tamaño y peso: no es preciso disponer de grandes espacios ni sitios ventilados para su instalación, ya que son relativamente pequeñas, así como livianas.
  • Garantía de funcionamiento: 10 años o más de garantía.