Con la idea de que nuestra sociedad tome conciencia sobre el ahorro de energía e incentivar un cambio de hábitos de consumo que permitan una mayor eficiencia en el uso de energía para el cuidado del medio ambiente, cada 21 de Octubre se celebra el día Mundial del Ahorro de Energía. Como sabemos, el consumo de energía implica el uso de recursos naturales. Recursos derivados sobre todo, de combustibles fósiles, como el carbón o el petróleo, que son limitados en nuestro planeta y, que además, su extracción supone un elevado costo no sólo económico, sino también, ambiental. A lo que tenemos que añadir el propio consumo energético que se lleva a cabo en la vida cotidiana. Un hecho que nos que obliga a hacer un uso racional de la energía y concienciar a la población, no sólo de los beneficios que aporta, sino también de sus límites.

¿Cuál es el objetivo?

El cuidado de nuestro planeta se está convirtiendo en todo un desafío, donde el principal objetivo es reducir los gases contaminantes. Según el WEF (Foro Económico Mundial), “el esfuerzo que se está llevando a cabo por lograr una forma de producir energía sostenible y segura, vale la pena”. Un esfuerzo, que ha llevado a un compromiso en materia de cambio climático que la unión Europa alcanzó en 2011. En el que el objetivo principal es la reducción de las emisiones de gases de efectos invernadero entre un 80% y 95% entre 2050 – 2100. Un proceso de descarbonización energética que ha llevado a las energías renovables a ocupar un lugar protagonista de la energía mundial. Una transición que debe ser sólida y flexible, donde es necesario contar con todas las tecnologías y energías disponibles. Para así tener una mayor seguridad y eficiencia económica.

¿Qué acciones se están llevando a cabo?

El 2020 va a suponer para España y toda Europa un cambio en relación a la eficiencia energética. Es el comienzo para alcanzar consumo energético casi nulo. Una nueva situación que afecta, en mayor medida, a los edificios con la nueva directiva de eficiencia energética establecida por la Unión Europa (EPBD). Una normativa con la que se espera un ahorro de energía de entre el 60% y el 80% en los nuevos edificios. Y donde el sector de la calefacción juega un papel importante, para poder alcanzar dichos objetivos climáticos y de descarbonización establecidos a nivel europeo a partir del 2050.

*Fuente de la imagen:BP Stasticial Review of World Energy 2017

Además, los mercados energéticos se están transformando para ser más sostenibles. El crecimiento de la energía solar, está siendo imparable. Según el informe publicado por la ONU Medio Ambiente “Tendencias globales en la inversión ene energías renovables 2018”: “La energía solar generó, a nivel mundial, más electricidad que las energías transformadas a través de combustibles fósiles (gas, gasoil).” Añadiendo unos 98GW más que cualquier otra fuente de energía. Se está llevando a un cambio de orientación a la hora de generar energía, determinado por la disminución del consumo de carbón, el incremento de la extracción de gas y de la utilización de energía renovables. Un cambio de postura, no sólo a nivel industrial, sino también en el consumo de los hogares, con la utilización de sistemas de calefacción más eficientes, así como con la inserción de dispositivos como la bomba de calor o sistemas solares de calefacción (ya sea termosifón o placas solares fotovoltaicas) que son más amigables con el medio ambiente.

*Fuente de la imagen:BP Stasticial Review of World Energy 2017

¿Qué beneficios tiene ahorrar en energía?

Mejora de la economía Reducción de los gastos de energía en los hogares y empresas.
Menor dependencia energética Disminuye la dependencia energética del exterior, que en algunos países

supera al 80%.

Menos problemas de salud Reduce el daño ambiental y la contaminación que afecta a la salud de todos.
Mejora el abastecimiento Aumenta la seguridad del abastecimiento de energía.
Sostenibilidad Disminuye el consumo de recursos naturales.
Medio ambiente Reduce el deterioro al medio ambiente asociado a la explotación de recursos.
Menos emisiones de CO2 Reduce el impacto de los gases de efecto invernadero.

8 recomendaciones para ahorrar en energía 

  1. Intentar utilizar transporte público, o ir a pie en la media de lo posible.
  2. No encender los aparatos eléctricos si no los necesitas en ese momento.
  3. Evitar los “consumos fantasma”, para ello es recomendable instalar regletas con interruptores que nos permitan desconectar de la red los electrodomésticos. Especialmente la tele, el ordenador, equipos de música, etc. continuarán consumiendo energía.
  4. Usar bombillas de bajo consumo, aunque son más caras duran mucho más y consumen mucha menos energía
  5. Apagar las luces que no necesites y aprovecha mejor la luz natural, la iluminación representa 20% del consumo de energía en el hogar.
  6. Elegir siempre electrodomésticos de bajo consumo y adecuados a tus necesidades.
  7. Si encendemos el aire acondicionado, cierra las ventanas para que no se desperdicie el clima generado.
  8. Cerrar la llave del gas por la noche y cuando salgas de vacaciones.