Hoy en día en casi todos los hogares hay algún electrodoméstico o equipo conectado. Las smart tv y las lavadoras son los más comunes, pero los frigoríficos, aires acondicionados y otros equipos de calefacción empiezan a tener también conexión inteligente. Esta conectividad es la clave para ahorrar en el consumo de toda la vivienda.

Según un estudio realizado en España, el 70 % de las personas desconoce las grandes ventajas que aporta la conectividad de los electrodomésticos y, sobre todo, cuando hablamos de climatización, la instalación de un control modulante de la temperatura.

Evolución de la conectividad en la climatización

Hace apenas un par de décadas la conectividad era algo desconocido. A finales del siglo pasado empezaban a instalarse pequeños sistemas conectados a la línea telefónica, que servían para activar la caldera de gas o gasoil. Se utilizaba en segundas residencias para activar la calefacción unas horas antes de la llegada de los usuarios. De esta forma, al llegar, la casa ya estaba caliente. Aunque no se podía controlar nada más, ni la temperatura ni las zonas de la casa a climatizar.

Con el paso de los años y la mejora de los sistemas electrónicos y de comunicación, se han ido implementando sistemas que activaban mediante elementos mecánicos cualquier cosa en la vivienda. Se podían bajar y subir las persianas, abrir o cerrar las cortinas, abrir o retirar el toldo, etc. Sin embargo, no había un control real ni autónomo de los electrodomésticos.

Únicamente con la llegada de la comunicación inalámbrica y la domótica han empezado a diseñarse equipos con electrónica de comunicación incorporada. Así, ya disponemos en el mercado de equipos de aire acondicionado con sistemas de detección de personas y posibilidad de comunicación, bombas de calor con conectividad, robots-aspiradoras y otros muchos electrodomésticos que se conectan a la red WiFi para compartir información sobre su situación, y que un ordenador pueda tomar decisiones y actuar sobre todos ellos.

Ahorro en la climatización de los hogares

Hoy en día se han desarrollado sistemas que se pueden integrar fácilmente en las nuevas viviendas, aunque también se ha pensado en las casas ya construidas. Así, para el control de equipos de calefacción por radiadores tradicionales o suelo radiante, se han diseñado válvulas termostáticas inteligentes. Estas posibilitan el control de la temperatura de cada habitación, pudiendo variarla en cualquier momento. De esta forma, no solo se consigue un gran confort, sino que también se aseguran ahorros en la factura energética.

En viviendas de nueva construcción o reformadas, se pueden instalar sistemas de gestión que controlan todo dentro de la vivienda; especialmente lo relacionado con la climatización. Así, los controladores modulares para sistemas de calefacción y climatización son el complemento para un mayor ahorro energético y económico.

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Gracias este tipo de dispositivos, se pueden controlar mejor los sistemas de climatización y permiten a los usuarios un mejor ajuste de las temperaturas de cada estancia, de forma más eficiente y personalizando las preferencias de calefacción o refrigeración de cada persona. A pesar de ello, cerca del 70% de los usuarios desconocen que, con estos dispositivos, el ahorro de las facturas de energía de una vivienda se puede reducir hasta en un 30 %.

Teniendo en cuenta que la factura energética de una vivienda tipo es de media de 1.800 € anuales, un 30 % de ahorro suponen 450 € menos que se pagan. Lo que asegura que solo en un año se puede ahorrar el coste de estos dispositivos de regulación y control.

La conectividad es la clave para el ahorro en el consumo de toda la vivienda

El último avance es el concepto llamado “Internet de las cosas”, con el cual casi cada electrodoméstico está conectado a una red interna de la vivienda. así se confirma que la conectividad es la clave para el ahorro en el consumo de toda la vivienda. De esta forma, podemos saber en cada momento y en tiempo real en qué estado está cada uno de los equipos que disponen de un sistema de comunicación y pertenecen a la red que disponemos en nuestras viviendas.

Aunque para un mayor ahorro, los equipos que más nos interesa tener conectados son los de mayor consumo. De forma que se controle su puesta en marcha en momentos adecuados para que el consumo pueda ser absorbido por la electricidad más barata. Además, de controlar adecuadamente las temperaturas de la calefacción, el aire acondicionado, el agua de la lavadora y el lavavajillas, para asegurar un confort y una limpieza adecuada, con un gasto energético menor, lo que supondrá un coste más bajo en la factura de la luz.

Por otro lado, estos ahorros pueden ser casi del 100 % cuando se une a la red de gestión de los equipos de la vivienda un sistema de paneles solares fotovoltaicos. De esta forma el sistema de gestión aprovecha la conectividad para usar la electricidad generada por la instalación solar en los electrodomésticos de mayor consumo como la bomba de calor, la lavadora y el lavavajillas, y que podemos programar para que trabajen independientemente de nuestras actividades.