Contemplamos estas fotografías sobre la celebración del Día de la Mujer en la Villa de Loeches como si fueran de una vida anterior a la que ahora desarrollamos en el confinamiento.
El 8 de marzo estaba prevista en Loeches la presentación del nuevo libro de Laura Lara y mío «Princesas en Jeans». Y allí acudimos. Nos recibió el alcalde, Fernando Díaz Sánchez, y la concejala de Cultura, Turismo, Igualdad y Diversidad, Emilia de la Torre.
Laura Lara impartió la conferencia sobre «La Casa de Alba y la aristocracia en España», reivindicando la igualdad de derechos para hombres y mujeres en la actualidad, a la luz de los acontecimientos históricos. La conciliación, la brecha salarial, los micromachismos y las injusticias históricas que las mujeres han sufrido (en numerosas ocasiones causadas por la connivencia de otras mujeres) fueron también temas de interés del auditorio madrileño.
La conferencia de María había estuvo centrada en «El Conde-Duque de Olivares, Felipe IV y la Villa de Loeches»; este cenobio, Panteón de la Casa de Alba desde el siglo XVII, fue fundado por D. Gaspar de Guzmán y Pimentel Ribera y Velasco de Tovar, valido del rey mecenas de Velázquez, a la sazón inmortalizado en corbeta regia como se puede contemplar en el lienzo del Museo del Prado. Personaje sobre el que la Profesora de la UDIMA anima a los estudiantes de Antropología a reflexionar en el aula acerca de la colaboración de los métodos del historiador y del antropólogo, poniendo como actividad el cuadro de Velázquez.
El acto institucional del Día de la Mujer en Loeches se clausuró con la imposición de sendas placas de pizarra, de una serie numerada, con el convento de la Inmaculada Concepción como telón de fondo. El Alcalde y la concejala entregaron a las Historiadoras Lara, como si de una feliz página del surrealismo mágico se tratara, estas placas.
Nadie intuía que el 14 de marzo llegaría el estado de alarma. Y, ahora, desde el teletrabajo en el domicilio, nos percatamos de que, en aquella tarde de domingo, Laura y yo ya hablamos de confinamiento, por el arresto que experimentó el Conde-Duque cuando perdió el favor de Felipe IV y lo desterraron en Loeches y, más adelante, en Toro. No en vano, el panteón de la casa de Alba fue realizado sobre la tumba de María, la hija de don Gaspar, y las placas que nos regalaron el 8 de marzo inmortalizan la arquitectura monástica del siglo XVII mediante el edificio en el que está inscrito el mausoleo.
También en esa velada en el salón de plenos consistorial disertamos sobre hospitales de campaña, por la batalla del Jarama y la clínica improvisada al otro lado de la frontera con Cuenca, en Villa Paz, la antigua finca de la hija de Isabel II en Saelices.
Son esas percepciones históricas que se reciben desde el retrovisor, porque la máquina del tiempo, aunque no permite el retroceso, sí que tiene espejos.
Doctora Europea en Filosofía. Profesora de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA.
Escritora, Premio Algaba
Ver Perfil