Pasear por algunas zonas de España, sobre todo en el área del Camino de Santiago, es caminar entre arte Románico. Esos monumentos de piedra, serios, elegantes y majestuosos que han perdurado desde los siglos XI y XIII que se construyeron. Este arte Románico, que floreció en Europa justo entre esos dos siglos, dejó una huella imborrable en la Península Ibérica, con numerosas obras maestras que aún perduran. Este estilo arquitectónico y escultórico, de origen medieval, refleja el espíritu religioso y la cultura de la época y ha sido una pieza clave en la comprensión de la historia y el arte del país.

En España, el Arte Románico se manifestó con una riqueza inigualable, destacando en la arquitectura de iglesias, monasterios y catedrales. En ellas, los artistas reflejaban el Evangelio como una manera de mostrar al pueblo analfabeto las enseñanzas religiosas del Evangelio, de ahí que la mayoría de las iglesias estén plagadas de símbolos religiosos, de momentos de la Biblia. Y es que se dice que estos monumentos eran una Biblia de piedra. 

Una de las principales obras emblemáticas de este estilo es la Catedral de Santiago de Compostela, situada en Galicia, que acoge a miles de peregrinos cada año. Esta majestuosa catedral fue construida para albergar los restos del apóstol Santiago y se destaca por su fachada con esculturas detalladas y portadas ricamente adornadas. Es el centro del peregrinaje más importante del mundo, y en 1985 fue declarada bien cultural Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es característica su planta en cruz latina, uno de los símbolos del arte Románico y es increíble cómo con los escasos avances arquitectónicos que había en aquella época se consiguió esa altura en las torres y en la iglesia. 

Otro referente del Arte Románico en España es la Catedral de Jaca, en Aragón, que se distingue por su planta basilical y la presencia de una torre octogonal. La iglesia de San Martín de Fromista, en Palencia, es también un ejemplo excepcional, caracterizada por su equilibrio y armonía arquitectónica.

La construcción de la catedral se inició a finales del siglo XI y se completó en el siglo XII, en torno al año 1130. Presenta también una planta basilical de tres naves, típica del románico, y una imponente torre campanario de estilo lombardo. La fachada principal es sobria pero no exenta de decoración, con arcos de medio punto y una portada ricamente adornada con esculturas que representan diversas escenas bíblicas y figuras religiosas.

Uno de los elementos más destacados de la catedral es su claustro románico, una joya arquitectónica y artística que se considera uno de los más bellos de España. El claustro cuenta con una galería de doble arcada sostenida por columnas decoradas con capiteles escultóricos, donde se pueden apreciar escenas religiosas y figuras humanas y animales esculpidos con gran maestría.

El arte románico de la Catedral de Jaca ha influido en otras construcciones posteriores en la región de Aragón, sirviendo como fuente de inspiración para el desarrollo de la arquitectura y la escultura durante siglos. Además, la catedral es un destino importante para los amantes del arte medieval y una parada obligada para aquellos interesados en explorar el legado histórico de España. Por supuesto, también es una parada obligada para los peregrinos del Camino de Santiago, que también se ven en esta ciudad.

Otro de los monumentos más importantes del arte Románico es San Juan de la Peña. Situado en la provincia de Huesca, San Juan de la Peña es un monasterio histórico con una profunda relevancia cultural y religiosa. Fue fundado en el siglo X y fue un centro espiritual y político de gran importancia durante la Edad Media. Su ubicación, en un entorno natural impresionante, contribuye a su aura de misticismo y belleza. Escondido en una roca de la montaña, el monasterio original se encuentra en la conocida como «Cueva de San Victorián», y posteriormente se construyó una iglesia sobre el monasterio inicial. Su característica más destacada es la cripta, que alberga tumbas reales, incluyendo la del rey Sancho Ramírez, importante figura histórica del Reino de Aragón. La cripta se compone de cinco naves que convergen en una bóveda de crucería, representando un impresionante avance arquitectónico para la época.

San Juan de la Peña también cuenta con una iglesia superior, construida en el siglo XI, que exhibe una impresionante colección de frescos románicos en sus paredes. Estos murales representan escenas religiosas y narrativas bíblicas, y son una muestra excepcional del arte pictórico medieval en España.

La importancia de San Juan de la Peña radica en su papel como centro espiritual y político durante siglos, siendo lugar de descanso final de varios monarcas y personajes de la nobleza. Además, el monasterio fue un importante foco de conocimiento y cultura, albergando una rica biblioteca y escuela, que contribuyó al florecimiento del conocimiento en la región.

El legado artístico de San Juan de la Peña se ha mantenido vivo hasta la actualidad, y el monasterio sigue siendo un destino de peregrinación para los amantes del arte Románico y los interesados en la historia de España. Su singular ubicación y su riqueza arquitectónica y artística lo convierten en un lugar de gran relevancia cultural y espiritual, una joya del pasado que sigue siendo apreciada y estudiada en la contemporaneidad.

Estas obras no solo son importantes desde el punto de vista estético, sino también histórico y cultural. El arte Románico en España representa la consolidación del cristianismo en la península y la construcción de una identidad nacional a través de la arquitectura y el arte religioso. Además, estas construcciones reflejan el poder y la influencia de la iglesia en la sociedad medieval, así como la habilidad técnica y el ingenio de los artesanos de la época.

Este arte ha influido mucho en los movimientos posteriores, como el Gótico, que tomó prestadas algunas características arquitectónicas, como las bóvedas de crucería, de las construcciones románicas. Asimismo, muchas de las esculturas y relieves románicos sirvieron de inspiración para los maestros del Renacimiento, y su lenguaje artístico sigue siendo una fuente de estudio e inspiración para los artistas contemporáneos.

El arte Románico en España se caracteriza por ciertos elementos distintivos. La simplicidad y robustez de las formas arquitectónicas, con paredes gruesas y pequeñas ventanas, son elementos comunes en las construcciones románicas. Además, las portadas suelen estar profusamente decoradas con esculturas que representan escenas bíblicas y figuras religiosas.

Para reconocer una obra de Arte Románico, es esencial prestar atención a estas características distintivas y a la presencia de arcos de medio punto en puertas y ventanas. También se pueden observar frisos y capiteles esculpidos con motivos geométricos, vegetales o escenas religiosas. La sobriedad y la simplicidad que emana de estas obras, junto con la expresividad de las esculturas, son elementos clave para identificar el estilo románico en la arquitectura y el arte español.

El arte es una de las disciplinas que se estudia en el marco del Grado en Historia de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA.