Investigadores mexicanos han descubierto una pintura de una serpiente ubicada en la tapa de una bóveda que se ha considerado como una clave para descifrar la historia de la Acrópolis de Ek’Balam y, por tanto, conocer un poco más sobre la antigua civilización maya.

La tapa de bóveda que se acaba de descubrir es diferente a las que se han encontrado hasta ahora, contabilizadas en una treintena, ya que está pintada en rojo en vez de en negro como las anteriores. 

En este caso, la pintura representa un símbolo en forma de “U” que podría representar una cueva con agua subterránea, como una posible alusión al inframundo, a donde parece entrar una serpiente. Se ve la cabeza y parte del cuerpo del reptil, el cual podría asociarse con el pie serpentino del dios K’awiil.

El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, que ha participado en la rueda de prensa encabezada por la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, en donde se han dado detalles sobre este descubrimiento y de las obras realizadas en el controvertido Tren Maya, ha indicado en un comunicado que, este hallazgo puede proporcionar información sobre los constructores de los recintos de elite de la Plaza Elevada Este de la Acrópolis, así como la fecha en que fueron erigidos. Cabe mencionar que en este sector del edificio recientemente se hallaron las fachadas de los cuartos decoradas con los relieves estucados de captores y cautivos.

En cuanto a las labores de investigación y conservación de Ek’Balam, este experto ha señalado que se han puesto en valor estructuras y conjuntos arquitectónicos como el Juego de Pelota, el Patolli, la Estructura 14 y la Acrópolis donde, incluso, se realizaron excavaciones, además de la consolidación de elementos decorativos, como paneles de piedra y estuco. La renovación de la señalética tiene 33 por ciento de avance y se comenzó la construcción del Catvi.

Diego Prieto Hernández concluyó que, al corte del 11 de septiembre de 2023, en el Tramo 4 del Tren Maya, cuyos derechos de vía están liberados para el avance de la obra, se han registrado e investigado 4,228 bienes inmuebles, correspondientes a cimientos, albarradas y basamentos prehispánicos; 570 bienes muebles, principalmente objetos cerámicos, y 42,617 tiestos. A estos se añaden 16 entierros humanos y 145 rasgos naturales asociados a asentamientos humanos.