En estos tiempos, donde ver las noticias deprime a cualquier con tanta violencia, injusticia y corrupción, uno puede llegar a preguntarse ”si esto es así desde el principio” o el ser humano va perdiendo su inocencia y bondad conforme se transforma en adulto. La mayoría tendemos a pensar que los niños son cándidos y puros, pero ¿es así? Una de las preguntas relevantes para abordar esta cuestión sería saber si l@s niñ@ perciben las injusticias. Así, en los últimos años la investigación ha mostrado indicios de que el sentido de la justicia en los bebés puede comenzar a aparecer a los 15 meses de edad. Así, al menos se constata a través de un estudio realizado por expertos de la Universidad de Washington. De este modo parece que el sentido de la justicia en los bebés se adquiere mucho antes de lo que se creía, incluso cuando todavía no han aprendido a decir diez palabras. En concreto, los pequeños logran distinguir si una persona ha recibido menos comida que otra. Se trata de una situación de desigualdad que llama su atención y hace aflorar el sentido de la justicia. Como decíamos, son muchos los descubrimientos realizados en el mundo de la infancia. Hasta la fecha se creía que el sentido de la justicia se desarrollaba a los 6 o 7 años de edad. La nueva investigación da un nuevo giro a la cuestión de cuándo adquieren determinados valores los niños. Para llegar a esta conclusión, los especialistas realizaron un experimento con 47 bebés de 15 meses de edad. Todos ellos estaban sentados en el regazo de sus padres y se les mostraban dos vídeos para analizar y determinar sus reacciones. El primer vídeo mostraba a una persona que repartía galletas entre dos adultos de forma equitativa, posteriormente esta persona ofrecía más galletas a una de ellos. En el segundo vídeo se realizaba la misma operación pero con un nuevo elemento, la leche de una jarra. Los especialistas partieron de la “violación de las expectativas” una premisa que indica que los bebés ponen más atención cuando algo les sorprende, al parecer, los bebés estaban más atentos a las imágenes de la pantalla cuando el reparto de galletas o leche no era equitativo, parece ser que esto les sorprendió.
En este contexto, pero con niñ@s más mayores, ha tenido una gran repercusión la iniciativa del “Experimento Comparte”, una campaña ideada por la agencia Shackleton para Acción contra el Hambre. Esta campaña tenía por objetivo recaudar fondos y concienciar a la población sobre el problema del hambre y más concretamente de la desnutrición aguda infantil, una enfermedad que cada año mata a 3,5 millones de niños. En concreto, consistió en crear una metáfora visual sobre cómo funciona el mundo para la ONG . Para ello se realizó un experimento en el que varios niños (de entre 4 y 6 años) fueron grabados de dos en dos a la hora de la comida. A uno de ellos se le dio de comer. Al otro no. ¿Cómo reaccionaron? ¿Compartieron su comida, o el que no tenía nada para comer se resignó a ver cómo el otro niño degustaba su plato?
Como puede verse en el vídeo, todos los niños compartieron su merienda y la campaña que se difundió por internet logró impactar más de un millón de personas en todo el mundo en tan solo un mes desde su lanzamiento. Se convirtió en un éxito viral, estuvo entre los 3 videos más twitteados, fue nombrado vídeo tendencia en youtube y el más visto en su categoría. La acción saltó a los medios online y offline tanto nacionales como internacionales y fue posteado en 43.000 blogs y compartido a día de hoy por más de 300.000 personas en Facebook.
Aunque hay rumores de que en realidad el experimento se realizó con más parejas y que en el vídeo sólo se incluyeron aquellas que sí compartieron, tal vez lo más importante de la campaña fue que nos hizo reflexionar y tener esperanza sobre nuestro futuro.