Las mentes de los criminales son misteriosas. Conocer los motivos por los que han hecho lo que han hecho es una de las partes más importantes de los detectives. Y sí, siempre hay un motivo, aunque a veces esté escondido en lo más profundo y sea totalmente irracional. Por todo ello, una de las piezas del puzzle para resolver un crimen es la psicología, que se une a ese conjunto de disciplinas que se estudian dentro de la criminología y que juega un papel fundamental.
Y es que la psicología en la criminología se centra en comprender los factores psicológicos y emocionales que pueden influir en la comisión de delitos, así como en el análisis y tratamiento de los delincuentes.
Uno de los aspectos más destacados del papel de la psicología en la criminología es su contribución a la comprensión del comportamiento criminal. Los psicólogos criminales se dedican a estudiar y analizar los factores individuales y sociales que pueden influir en la aparición de conductas delictivas. Utilizando diversos enfoques teóricos y metodologías de investigación, los psicólogos buscan identificar patrones y perfiles criminales, así como determinar los factores de riesgo y protección asociados.
La evaluación psicológica de los delincuentes es otro aspecto clave de la labor de los psicólogos en la criminología. A través de la evaluación psicológica, se busca comprender la personalidad, la salud mental y otros aspectos psicológicos relevantes de los delincuentes. Esto ayuda a determinar el nivel de peligrosidad, pronosticar el riesgo de reincidencia y diseñar intervenciones adecuadas para la rehabilitación y reinserción social.
La psicología forense es otro subcampo importante dentro de la psicología en la criminología. Los psicólogos forenses aplican sus conocimientos en psicología clínica y legal para realizar evaluaciones de competencia mental, determinar la capacidad de los acusados para enfrentar juicios, y proporcionar testimonios expertos en los tribunales. Su participación es fundamental para garantizar una administración de justicia equitativa y basada en evidencia.
Además, la psicología en la criminología también se ocupa de la prevención del delito. A través de programas de intervención psicosocial, se busca identificar y abordar los factores de riesgo que pueden predisponer a las personas a la delincuencia. Estos programas pueden estar dirigidos a grupos de alto riesgo, como jóvenes en situación de vulnerabilidad, y se enfocan en el desarrollo de habilidades sociales, manejo de la ira, resolución de conflictos y fortalecimiento de la autoestima.
Es importante destacar que el papel de la psicología en la criminología se basa en un enfoque científico y ético. Los psicólogos deben cumplir con altos estándares de profesionalismo y confidencialidad, respetando los derechos y dignidad de los individuos involucrados. Su labor contribuye a mejorar la comprensión de los factores psicológicos en el comportamiento delictivo y promover estrategias eficaces para la prevención, intervención y rehabilitación de los delincuentes.
En este sentido, una de las series que mejor reflejan la función de los psicólogos dentro de la criminología es Mentes Criminales, que ha gozado de bastante éxito entre los espectadores y en donde los expertos se centran en definir el perfil del sospechoso para así descartar a otros y centrarse en la posibilidad de evitar otra posible desgracia.
De ambas disciplinas, la Psicología y la Criminología, imparte enseñanza la UDIMA.