La investigación y el estudio del crimen son temas de gran relevancia en el ámbito de la justicia y la seguridad. Dos disciplinas que a menudo se confunden pero que desempeñan roles distintos son la criminalística y la criminología. Aunque están estrechamente relacionadas, presentan diferencias significativas en sus enfoques y objetivos, por lo que hay que tener claro cuáles son los objetivos de cada una para así aprender de las diferencias y las cosas que tienen en común. 

La criminalística se refiere a la aplicación de métodos científicos y técnicas especializadas para la recolección, análisis e interpretación de pruebas físicas en la escena del crimen. Su principal objetivo es descubrir la verdad material a través de la evidencia tangible. Los criminalistas se dedican a examinar minuciosamente el lugar de los hechos, recopilar muestras, analizarlas en laboratorios forenses y elaborar informes detallados de los resultados obtenidos. Su trabajo se basa en conocimientos multidisciplinarios que incluyen la química, la biología, la física, la balística, entre otros campos científicos. La criminalística se centra en aspectos como la identificación de huellas dactilares, el análisis de ADN, el estudio de proyectiles y la reconstrucción de eventos delictivos, con el objetivo de proporcionar pruebas irrefutables en los procesos judiciales.

Por otro lado, la criminología es una disciplina que se enfoca en el estudio científico del crimen, los delincuentes, las víctimas y los factores sociales que influyen en la conducta criminal. Su objetivo principal es comprender las causas, patrones y consecuencias del delito, así como desarrollar estrategias de prevención y tratamiento. Los criminólogos investigan las teorías sociológicas, psicológicas y económicas que explican la aparición del crimen y analizan datos estadísticos para identificar tendencias y pautas. Estudian aspectos como la victimología, la psicología criminal, la sociología del delito y la política criminal, con el fin de generar conocimientos que contribuyan a la formulación de políticas públicas y programas de intervención efectivos.

Así que la principal diferencia entre la criminalística y la criminología radica en sus objetivos y enfoques. Mientras que la criminalística se centra en la recolección y análisis de evidencia física para proporcionar pruebas concretas, la criminología se ocupa del estudio científico y teórico del crimen en su contexto social. La criminalística se enfoca en la escena del crimen y la recolección de pruebas tangibles, mientras que la criminología se ocupa de los factores que influyen en la comisión del delito y las implicaciones más amplias que esto tiene para la sociedad.

A pesar de estas diferencias, ambas disciplinas son complementarias y se nutren mutuamente. La criminalística proporciona a la criminología las pruebas y evidencias necesarias para respaldar sus investigaciones y teorías, mientras que la criminología proporciona el marco teórico y contextual para la interpretación de los hallazgos de la criminalística. La colaboración entre expertos en ambas áreas es fundamental para una investigación criminal integral y eficaz.

Y es que, como todo en la vida, la colaboración entre diferentes sectores, aunque sean muy parecidos y tengan mucho en común, es la clave para el éxito. En este caso, éxito significa resolver un crimen.