Muchos de los delitos se llevan a cabo por ciudadanos normales, personas con una vida aparentemente normal, sin ningún tipo de perfil criminal. A menudo estos usuarios carecen de antecedentes penales, son por ejemplo: amas de casa, profesores, adolescentes, etc. Sin embargo, cuando llegan a casa tras una jornada de trabajo, utilizan el ordenador personal para sus fines delictivos. La piratería y el plagio son dos problemas muy importantes, por ejemplo, muchos padres de familia descargan programas sin licencia para sus hijos, imprimen trabajos encontrados en la red para firmarlos y entregarlos al tutor o profesor, e instalan sistemas operativos sin su correspondiente licencia. En otras ocasiones las consecuencias son más graves.

En el ámbito internacional, según INTERPOL, el cibercrimen es una de las áreas de crimen que más está creciendo en los últimos años. Esto es debido a que, cada vez más los criminales explotan la velocidad y anonimato que les proporcionan las modernas tecnologías. Aparte de las ya mencionadas, actividades criminales relacionadas con este área son los ataques a los centros de datos y sistemas informáticos, suplantación de identidad, distribución de imágenes de abusos sexuales a menores de edad, fraudes en subastas en Internet, desarrollo de virus informáticos, phisisng, etc.

Las grandes posibilidades que ofrece la red global, Internet, permite también que los criminales puedan cometer cualquier tipo de delito en cualquier lugar del planeta. Hemos de entender Internet como un medio promotor y proveedor del conocimiento. La mayor parte de ciberdelincuentes son personas que se han formado en la red, pues en ésta encuentran el know how y el conocimiento necesario para adquirir la experiencia y profundizar sobre el tipo de crimen que quieren cometer. Todo ello lo pueden hacer en solitario y sin necesidad de cómplices. Esto es más preocupante si Internet es utilizado por los terroristas, ya que les permite reclutar nuevos miembros de una manera fácil y poco costosa. Esto sí que representa un problema de seguridad, no sólo nacional sino también internacional. Si en el pasado el cibercrimen estaba desestructurado, ya que estaba cometido por pequeños grupos de personas, actualmente existe una tendencia de que las organizaciones tradicionales criminales utilicen las nuevas tecnologías para poner en común sus recursos y su experiencia.

El ciberdelincuente suele disponer, en la mayoría de casos, de cierta ventaja tecnológica. En primer lugar su capacidad para el cambio es mayor que la de los medios policiales, pues estos últimos deben formarse y aprender a partir de las nuevas amenazas perpetradas por la ciberdelincuencia moderna. Se podría decir que el ciberdelincuente innova y la policía va detrás. Además, la lentitud de la autoridad pública, la dificultad en adaptar las distintas leyes existentes es un factor a favor de los ciberdelincuentes; sus armas cambian mucho más rápido que lo que las leyes permiten sancionar.

Como caso anecdótico, el fenómeno del cibercrimen llega también a las parejas, ya que como todas las relaciones humanas, las de Internet también generan sus perfiles de riesgo y amenaza. Algunas prácticas entre miembros de una pareja pueden ser consideradas delitos: e.g. publicar fotografías o datos personales de la ex-pareja en un sitio web, espiar la cuenta de Messenger del cónyuge en busca de posibles infidelidades, llevar a cabo acciones de ciberacoso pueden, todas ellas, formar parte del moderno cibercrimen.

El cibercrimen, no sólo pretende conseguir un beneficio principalmente económico, sino que también abarca el dominio de Internet como ataques con fines políticos, programas informáticos maliciosos, etc. Dentro del fraude profesional, podemos definir los siguientes términos que agrupan la mayor parte de los delitos:

  • Ciberocupación: es el hecho de reservar un dominio en Internet, sobre todo un nombre que se asocia con la marca de una empresa, y luego tratar de sacar provecho de la venta o concesión de licencias de este nombre.
  • Acoso cibernético: es el acto de amenazar y acosar a alguien a través de múltiples mensajes de correo electrónico. Sobre todo con la intención de invadir de temor al destinatario o a un familiar del destinatario, bien sea a través de un acto ilegal o una lesión.
  • Ciberrobo: es la acción de utilizar un servicio informático en línea, para robar la propiedad de otro o para interferir con la otra persona en el uso y disfrute de una propiedad.
  • La interceptación de correo electrónico: es el acto de leer y almacenar e-mails, sin el permiso del destinatario.
  • Fraude por Internet: es cualquier tipo de uso fraudulento de una computadora e Internet, incluyendo el uso de las salas de chat, correo electrónico, foros, grupos de discusión y sitios web, para llevar a cabo transacciones fraudulentas, transmitir los beneficios del fraude a las instituciones financieras, o para robar, destruir o inutilizar los datos informáticos esenciales para el funcionamiento de un negocio (por ejemplo, a través de la proliferación de un virus).
  • Fraude por telemercadeo: es un término que se refiere a privar a las víctimas de una forma deshonesta de sus bienes o dinero, e inclusive falsear los valores de estos bienes o servicios.

Fuentes:

http://www.interpol.int/Crime-areas/Cybercrime/Cybercrime
http://www.interpol.int/News-and-media/News-media-releases/2013/PR043
http://www.fcanals.com/contenidos/terminos/diccionariodelitosciberneticos.htm
http://id.tudiscovery.com/el-cibercrimen-un-crimen-muy-bien-organizado/