La pandemia ha causado estragos entre los trabajadores, sobre todo a nivel mental. Y es que casi uno de cada dos trabajadores de España presenta síntomas de ansiedad tras la pandemia.

Así se refleja en el informe affor “Impacto de la COVID-19 en la salud psicológica de los trabajadores en España”, que alerta que el 42 por ciento de los trabajadores españoles tienen estos síntomas antes mencionados después de la pandemia por coronavirus.

Jesús Matos, psicólogo y Clinical Lead de Alan Mind, una insurtech que tiene como objetivo ser el partner digital de salud holística para empresas en Europa, ha indicado en un comunicado que “el confinamiento provocó que, de forma simultánea, muchos españoles que podían tardar toda una vida en desarrollar un problema de salud mental, de repente tuvieran que enfrentarse a una situación de vulnerabilidad psicológica”, añadiendo que “eso, junto a la predisposición genética que ya tuvieran, hizo aflorar esa ansiedad o esa depresión entre la población”.

A esta situación sufrida por muchos españoles se le tiene que sumar la falta de acceso rápido a psicólogos y psiquiatras que se suele dar en la sanidad pública, sin olvidar que supone un coste alto si los afectados optan por la atención privada, que puede estar en torno a los 280 euros al mes. Y esto puede provocar una complicación en el tratamiento y por lo tanto, repercutir en su productividad laboral. 

De hecho, el Defensor del Pueblo alertaba recientemente que en España sólo hay seis psicólogos por cada 100.000 habitantes y pueden pasar hasta tres meses entre visita y visita.

Motos ha indicado en declaraciones a este medio que “el teletrabajo puede actuar como factor de protección o como factor de riesgo, dependiendo de las variables que estén implicadas”. El psicólogo ha explicado que “a lo mejor una persona que tarda una hora para desplazarse a su puesto de trabajo, al teletrabajar puede dedicar ese tiempo que gana en hacer deporte, lo que le ayudará a mejorar tanto su salud física como su salud mental”.

Por todo ello, Motos apuesta por el fomento de la prevención, la detección precoz de los casos de riesgo y el tratamiento de los casos que así lo requieran.

Pero conseguir atención psicológica para tratarse de estos síntomas de ansiedad que ha provocado la pandemia no es sencillo, ya que requiere de una gran inversión por parte del paciente. Y las empresas tendrían que costear este asunto, pero pueden contar con planes de salud estándar como el que ofrece Alan que incluye 20 sesiones de psicoterapia al año, que pueden realizarse de manera online dentro de la app, aunque también se da la opción de ser presencial, por entre los 40 y 50 euros por empleado y al mes, dependiendo de las características de la empresa. 

Según la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, la falta de acceso a intervenciones no farmacológicas se posiciona como una de las razones que han provocado que España encabece desde hace años el consumo mundial lícito de ansiolíticos, hipnóticos y sedantes, que en 2020 aumentó un 4,5 por ciento y superó las 91 dosis diarias por cada 1.000 habitantes.

Una posición que se refrenda con los datos de la Encuesta Europea de Salud, facilitados por el Instituto Nacional de Estadística en abril del año pasado, donde muestran que a mediados de 2020, había 2,1 millones de personas con un cuadro depresivo diagnosticado. De estas, 230.000 sufrían una depresión grave.