Los últimos acontecimientos desarrollados en Egipto para derrocar el gobierno de Mubarak han propiciado nuevas agresiones al ejercicio de la libertad de prensa. Los periodistas se convirtieron en objetivo para quienes apoyaban a Hosni Mubarak antes de que decidiera dimitir el pasado viernes día 11 de febrero. Los partidarios del ya ex-mandatario egipcio la emprendieron a golpes con los informadores y reporteros gráficos desplazados a la zona para cubrir la actualidad informativa en la plaza de la Liberación por considerar que trasladaban al mundo una imagen distorsionada de la realidad política y social que vive el país en estas últimas semanas. En los enfrentamientos entre los manifestantes que querían forzar la dimisión del entonces todavía presidente y los que aún le apoyaban, los periodistas tuvieron que esquivar palos, piedras y navajazos. Los leales a Mubarak, además, rompieron teléfonos y cámaras, robaron pasaportes y trataron de impedir que los periodistas ejercieran su trabajo, pero, afortunadamente, no hubo que lamentar excesivos daños personales ni materiales.
Desde aquí podéis acceder al testimonio de Rosa María Molló, enviada especial de TVE a El Cairo durante las revueltas.