No es el primer Nobel que se llevan los superordenadores, y en esta ocasión reciben el Premio Nobel de Química los investigadores Martin Karplus, Michael Levitt y Arieh Warshel por «el desarrollo de modelos computacionales para la descripción de sistemas químicos complejos«. Este trabajo se engloba dentro de la disciplina de la química computacional, en ella es imprescindible usar superordenadores, en vez de los típicos tubos de ensayo y los laboratorios llenos de batas blancas, para estudiar el comportamiento, las propiedades,  y la reactividad de las distintas sustancias químicas.

La Real Academia Sueca de Ciencias, ha concedido el premio de 8 millones de coronas (1,25 millones) para estos tres investigadores de Universidades estadounidenses. En el comunicado se dice que su trabajo había tomado efectivamente la química en el ciberespacio. Atrás quedan  los días del modelado de reacciones utilizando bolas de plástico y palillos.

«Hoy en día los ordenadores son una gran herramienta para los químicos como los son los tubos de ensayo «, dijo la academia en el comunicado. «Los modelos de computación se han convertido en cruciales para reflejar  la vida real de la mayoría de los avances en la química actual»

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