Durante treinta y siete años el memristor fue un dispositivo hipotético, sin ejemplos físicos, hasta que el 30 de abril del 2008, un equipo de investigadores de Hewlett Packard, encabezados por Stanley Williams anunciaron el desarrollo de un memristor conmutador (Strukov, 2008). En efecto, tradicionalmente, en teoría de circuitos, se habían detectado tres elementos pasivos básicos de los circuitos; a saber, el condensador, la resistencia y la inducción, conocidos como la trinidad de componentes fundamentales. Sin embargo, en 1971, el pionero en teoría de circuitos no lineales Leon Chua, de la universidad de Berkeley, tuvo una chispa de inspiración y, examinando las relaciones entre carga y flujo de resistencias, condensadores y bobinas de inducción, postuló la existencia de un cuarto elemento: el memory resistor o memristor. Según él conjeturó, tal dispositivo debería proporcionar una relación similar entre el flujo magnético y la carga que una resistencia da entre voltaje y corriente. Un memristor, híbrido de memory resistor, es pues, cualquiera de los distintos tipos de elementos pasivos de dos terminales de los circuitos que mantienen una relación funcional entre las integrales de corriente y voltaje en el tiempo. En la práctica eso debe significar que actúa como una resistencia cuyo valor podría variar de acuerdo a la corriente que pasa a través de ella y que debería recordar ese valor incluso después de que cesase la corriente. Y esto es lo que es trascendental.
La razón por la cual el memristor es radicalmente distinto de los otros elementos fundamentales de los circuitos es que, a diferencia de ellos, conserva una memoria de su pasado. Cuando se apaga el voltaje del circuito, el memristor aún recuerda cuánto le fue aplicado y por cuánto tiempo; es decir, la memoria de los memristores tiene consecuencias. La razón para que los computadores tengan que ser reinicializados, cada vez que se encienden es que sus circuitos lógicos son incapaces de conservar sus bits una vez que se apagan. Pero debido a que los memristores pueden recordar voltajes, un computador dirigido por memristores nunca debería necesitar reinicializarse. En otras palabras, uno podría dejar sus archivos de texto y hojas de cálculo abiertas, apagar el computador e irse de vacaciones dos semanas y al volver y encender el computador todo instantáneamente, aparecería en la pantalla exactamente tal y como se dejó.
Gracias a los memristores, los dos tipos de memoria, física y volátil, usados hasta ahora, dejarán de ser necesarios, ya que, además de almacenar grandes cantidades de información, este dispositivo es capaz de actuar como una memoria RAM, con la salvedad de que no se borra cuando deja de recibir electricidad. Con esta nanotecnología, será posible volver a incrementar la potencia computacional, ya que un solo memristor desempeña la función de varios transistores.
Por otra parte, el memristor es un ejemplo más de la armonía preestablecida entre la matemática y las ciencias experimentales, pero, como dijo Rudyard Kipling esa es otra historia.