Un estudio de Nexthink revela que un 34% de los 3,5 millones de ordenadores analizados tardaron una media de 8,5 minutos en arrancar, un tiempo de espera equivalente a unas 450 toneladas de emisiones de CO2 al año o a 191.677 litros de gasolina.
Además, se observó que los dispositivos utilizados en los sectores sanitario y financiero son los que presentan el mayor potencial para recortar las emisiones de CO2 fruto de un arranque lento, mientras que el sector servicios es el que menos contribuye a las emisiones de CO2.
Pequeñas acciones como gestionar el número y el tipo de aplicaciones instaladas y que se ejecutan al encender el equipo, o actualizar las versiones de Windows antiguas, pueden ayudar a mejorar la velocidad de arranque de un equipo y reducir, así, su huella de CO2.
En su nuevo informe “La informática empresarial y el consumo energético en cifras” analiza cómo un buen estado de los equipos de las empresas contribuyen no solo a una mayor productividad de los empleados, sino a un ahorro para las empresas y una disminución de las emisiones de CO2 que se generan, según un comunicado.
El estudio demuestra que es posible reducir los residuos medioambientales y crear un futuro más sostenible mediante la eliminación de los malos hábitos de TI y una mejor monitorización de la salud de los dispositivos.
En este sentido, el estudio se centraba en averiguar cuántos de los dispositivos de TI empresarial era realmente necesario reemplazar y, de los 3,5 millones de equipos analizados, se constató que sólo era necesario sustituir por hardware nuevo el 2% de los dispositivos de más de tres años de antigüedad si se implementaban acciones de prevención y mantenimiento adecuadas. Las compañías que optan por centrarse en estas pequeñas correcciones están ahorrando millones de euros y ayudando a resolver el problema mundial de los residuos electrónicos.
Por último, el estudio afirma que los empleados utilizan decenas de aplicaciones, tanto estándar como especiales, pero no son conscientes de que sus hábitos informáticos dejan una huella en el medio ambiente. A través de la muestra analizada, se llegó a la conclusión de que, en conjunto, las aplicaciones de juegos, comunicación personal y streaming generan unas 33 toneladas de emisiones de CO2 al año.
El departamento de TI puede ayudar a las organizaciones a reducir, como mínimo, 695 kg de emisiones de CO2 a la semana de una forma muy sencilla: enseñando a los trabajadores buenos hábitos informáticos y desinstalando las aplicaciones que más emisiones generan.