Ciertamente la nueva Ley Concursal aporta al instituto del concurso una mayor seguridad jurídica, además ofrece la posibilidad de generar la apertura de nuevas vías alternativas que buscan el equilibrio entre la viabilidad de la empresa y la necesaria garantía judicial, junto con ello, es necesario también señalar, el importante impulso de los medios telemáticos, así como la simplificación y la agilización procesal, sin olvidarse de que se ha llevado a cabo, una notable mejora de la posición de los trabajadores. En definitiva ayudará a solucionar negociadamente la insolvencia de familias y empresas.