Hay asuntos legales que todos deberíamos saber hacer y donde los conocimientos en Derecho son esenciales. Sobre todo si se es propietario de un bien inmueble. Y es que muchas personas que tienen en su poder una casa, oficina o almacén pueden pensar, en algún momento, ponerlo en alquiler. Para poder hacerlo, siempre pueden dirigirse a una inmobiliaria, pero también se puede hacer de manera individual, redactando un contrato de arrendamiento o de alquiler de bienes inmuebles.

Este documento no solo protege los derechos y responsabilidades del dueño y del inquilino, sino que también sirve como referencia en caso de disputas futuras. Para poder redactarlo se pueden seguir unos pasos, pero también es interesante conocer cuáles son las preguntas más frecuentes que se pueden dar entre ambas partes. 

Un acuerdo de arrendamiento, también conocido como contrato de arrendamiento, es un contrato legal entre el propietario de un bien inmueble (el arrendador) y la persona o entidad que lo alquila (el arrendatario). Este documento detalla los términos y condiciones del alquiler, incluyendo la duración del contrato, el monto del alquiler, las responsabilidades de mantenimiento y cualquier otra cláusula relevante para la propiedad en cuestión.

Al redactar un acuerdo de alquiler, es esencial incluir ciertos elementos para garantizar que el contrato sea claro y completo. Estos elementos incluyen la información completa de las partes, la descripción detallada de la propiedad, ya sea su ubicación o cómo es el inmueble en cuestión, las fechas de inicio y finalización del contrato, sin olvidar las disposiciones sobre renovación automática o término anticipado, la cantidad a pagar por el inquilino, su método de pago y la fecha de vencimiento y las condiciones y cantidad para el depósito de seguridad o fianza, incluyendo la forma de reembolso al final del alquiler.

También es importante incluir quién es responsable de mantener y reparar diferentes aspectos de la propiedad, como electricidad o mantenimiento del jardín e incluir cualquier disposición adicional acordada entre las partes, como pueden ser las restricciones sobre mascotas, subarrendamiento o prohibiciones de fumar.

Asimismo, es necesario incluir los procedimientos para resolver disputas entre el arrendador y el arrendatario, como la mediación o el arbitraje. Y por supuesto, las leyes estatales o locales que rigen el contrato de arrendamiento.

Preguntas frecuentes

Una de las preguntas más frecuentes que se suelen hacer a la hora de redactar este tipo de documento legal es si es necesario un acuerdo por escrito. Y la respuesta es sí, ya que a pesar de que puede haber algunos arrendamientos verbales que suelen ser válidos, siempre se recomienda documentar el acuerdo por escrito para así evitar malentendidos y proteger los intereses de ambas partes.

Otra de las preocupaciones que suelen aparecer es qué pasa cuando una de las partes incumple el contrato. En este caso, puede tener consecuencias legales, como la terminación del alquiler, el desalojo o el pago de daños y perjuicios, dependiendo de la gravedad del incumplimiento y las leyes locales.

Del mismo modo, muchos interesados en este tipo de contratos se preguntan si se pueden modificar los acuerdos una vez firmado. Normalmente, estos contratos son vinculantes cuando se han firmado por ambas partes, pero algunas disposiciones pueden ser negociadas y modificadas con el consentimiento mutuo por escrito.

Los derechos de los arrendatarios varían según la legislación estatal o local, pero generalmente incluyen el derecho a una vivienda habitable, privacidad, reparaciones oportunas y notificación adecuada antes de cualquier entrada al inmueble por parte del arrendador.

Además de los elementos básicos mencionados anteriormente, es importante tener en cuenta algunas consideraciones legales adicionales al redactar un acuerdo de arrendamiento.

Lo primero de todo es interesante buscar asesoramiento legal para garantizar que el contrato cumpla con todas las leyes y regulaciones aplicables. Hay que tener en cuenta que algunas jurisdicciones tienen leyes específicas que regulan los contratos de arrendamiento, como límites en los aumentos de alquiler o requisitos de notificación para desalojar a un inquilino. Es crucial familiarizarse con estas leyes locales al redactar el acuerdo.

Asimismo, en algunos lugares, es obligatorio registrar el contrato de arrendamiento ante una autoridad competente. Esto puede ser necesario para hacer valer ciertos derechos legales en el futuro.

Es aconsejable conservar copias firmadas del acuerdo de arrendamiento, así como cualquier comunicación escrita entre el arrendador y el arrendatario, en caso de futuras disputas o reclamaciones legales.

La redacción de un acuerdo de arrendamiento puede parecer una tarea compleja, pero con la información y las herramientas adecuadas es posible hacerlo de forma efectiva.