Pues sí, lo hay, y se estudia. O, mejor dicho, debería estudiarse más de lo que se hace en las facultades de Derecho. Así lo piensan la mayoría de abogados que hacen un uso ordinario y frecuente del arbitraje como fuente de solución de conflictos, lo que se ha puesto de manifiesto durante los debates habidos en la X Jornada de Arbitraje Inmobiliario convocado por el Consejo Arbitral para el Alquiler en la Comunidad de Madrid.

En este evento se abordaba la especificidad concerniente al objeto de la materia señalada en el título, pero, con carácter general, los ponentes subrayaron el método en sí como una alternativa en todos los ámbitos, pero, sobre todo, como una herramienta perfecta para no sobrecargar más de lo que ya lo están los juzgados españoles.

¿Cuáles son, además, las principales ventajas del arbitraje? Empezando porque es una solución ágil, eficaz, rápida y económica para dirimir los conflictos entre las partes, como apunta en un tríptico el Consejo Arbitral para el Alquiler, pero que, como señalo, es premisa que nos sirve para cualquier ámbito. Como el hecho de que el sometimiento expreso al arbitraje abre la vía extrajudicial para resolver el conflicto, o que -y esto es importante- no es obligatorio para las partes ni abogado ni procurador, o que se obtiene el laudo en un plazo inferior a dos meses y es equivalente a una sentencia.

Por rematar, el coste del arbitraje para aquel que se somete a él supone una mensualidad de renta más IVA como honorario del árbitro y un precio público por la tramitación. No hay que olvidar que se trata de un arbitraje de derecho, donde el árbitro es, siempre y sin excepción, licenciado en derecho o abogado en ejercicio.

Para redondear la cuestión, las Facultades de Derecho de las universidades deberían comprometerse en promover este instrumento entre los futuros abogados. Como apuntó uno de los ponentes en la referida Jornada, apenas encuentras, si es que encuentras, preguntas en los exámenes relacionadas con el arbitraje. ¿Qué ocurre? Que cualquier estudiante apretará allá donde tendrá la seguridad de que será preguntado por ello, desde la seguridad, valga la fatal redundancia, de que no se le cuestionará mucho, o nada, por este tema.

En el Grupo Educativo CEF.- UDIMA sí se toman en serio la formación en arbitraje, y ofrece el Curso Monográfico de Arbitraje. Por supuesto, también es un área que se aborda en el Máster de Práctica de la Abogacía.

Igualmente cuenta entre su profesorado acreditados especialistas en arbitraje como Manuel Martínez de León, Miembro del Comité Asesor Centro Iberoamericano de Arbitraje CIAR por España. Actualmente es también Secretario Técnico del Comité arbitral en Industria del Deporte y el Entretenimiento en Asociación Europea de Arbitraje. A esto hay que sumar el espacio de divulgación ‘Sede arbitral’, una producción de UDIMA Media que dirige y presenta la profesora Nazareth Romero, en el que entrevista a los más reputados expertos en arbitraje.

Nunca fue más fácil mediar en un conflicto, una práctica ya registrada en la antigua Mesopotamia. Por alguna razón será.