Cuando se compra un producto no sólo se obtiene una cosa o un servicio, sino que su adquisición encierra una serie de derechos, recogidos por la Ley de Protección al Consumidor. Se trata de una ley que busca salvaguardar los intereses y derechos de los consumidores en sus transacciones comerciales. Su objetivo principal es equilibrar la relación entre cliente y la empresa o persona jurídica que vende un producto o servicio, garantizando un trato justo y transparente en el mercado. Los consumidores están así respaldados cuando se encuentran con un producto defectuoso, o que no cumple con lo estipulado en el contrato de venta y, por supuesto, establece también los periodos de garantía.

En los últimos años, la Ley de Protección al Consumidor ha experimentado cambios significativos en respuesta a la evolución del mercado y a las necesidades cambiantes de los consumidores. Estos cambios han sido impulsados por el avance de la tecnología y la creciente importancia del comercio electrónico. El objetivo de estas modificaciones es adaptar la legislación a los nuevos desafíos y brindar una protección efectiva en el ámbito digital.

En la actualidad, el consumidor cuenta con una serie de derechos respaldados por la Ley de Protección al Consumidor. Entre los principales derechos se encuentra el derecho a la información, que implica que los proveedores deben suministrar información clara, precisa y veraz sobre los bienes y servicios ofrecidos. Es decir, los clientes deben de saber en todo momento lo que están consumiendo, con cierta transparencia en su cadena de producción y también en su cadena de distribución. Además, los consumidores tienen derecho a elegir libremente, sin ser objeto de prácticas comerciales coercitivas o engañosas.

Asimismo, la ley establece el derecho a la seguridad en el consumo, lo que significa que los productos y servicios deben ser seguros y no representar un riesgo para la salud o la integridad física de los consumidores. En caso de que se detecte un producto defectuoso o peligroso, los consumidores tienen derecho a la reparación, el reemplazo o la devolución de su dinero.

La Ley de Protección al Consumidor también abarca el derecho a la protección contra prácticas abusivas, como el fraude, la publicidad engañosa o la imposición de cláusulas abusivas en los contratos. Los consumidores tienen derecho a presentar reclamaciones y demandas en caso de violación de sus derechos, y se promueve la creación de mecanismos eficaces de resolución de conflictos.

Además, la legislación contempla el derecho a la educación y la divulgación, con el objetivo de promover el consumo responsable e informado. Los consumidores tienen derecho a recibir orientación sobre sus derechos y a acceder a información que les permita tomar decisiones informadas en sus compras.

Esta legislación promueve un entorno justo y confiable para los consumidores, fomentando así el desarrollo de un mercado sólido y transparente. Por lo que es necesario que todos, como consumidores que somos en uno u otro momento de nuestra vida, sepamos a lo que atenernos cuando compramos algo.

El derecho y el conocimiento de las leyes es una disciplina que se estudia en el Grado en Derecho en la UDIMA.