Nos escandalizaba saber que los familiares de los jubilados griegos fallecidos cobraban la pensión de sus difuntos. Cientos de griegos mayores de 100 años desafiaban a la muerte por encima de toda esperanza, y seguían percibiendo del erario público un dinero que, luego nos enteramos, servía para pagar las flores que adornaban sus tumbas. Por ejemplo, 300 difuntos, a 600 euros al mes, durante 10 años, son 21.600.000 euros.

Aproximadamente 2 de cada de cada mil personas son invidentes en Europa. Pero esto no es así en la isla griega de Zakyntos, lugar donde es muy fácil encontrarte a un ciego por la calle, ya que proliferan a razón de 2 ciegos por cada cien habitantes. ¿Existe alguna razón científica que explique esta tasa que multiplica por diez la del resto del mundo? Sí, sí existe. Es una razón microeconómica, asociada a la renta disponible. Si cada ciego cobra una pensión de casi 400 euros, y algunos oftalmólogos de la isla tienen una definición de ceguera de amplio espectro, es muy posible que los invidentes proliferen en razón de que, vean o no, quieran aumentar su renta disponible en casi 5.000 euros anuales, mejorando notablemente la posición de su restricción presupuestaria. Imaginemos la escena en Zakyntos del turista que baja del crucero y va en taxi al otro extremo de la isla. «Conduce muy bien» le dice al taxista en inglés. Y el taxista le contesta, «y eso que soy ciego». Al parecer también estaba ciego un campeón de caza de la isla. Son 700 ciegos, a 400 euros al mes, durante 5 años, en total 16.800.000 euros. Verlo para creerlo.

Cuando un alto cargo público toma posesión de su cargo, como es lógico y normal, dirán muchos, pone el despacho a su gusto, que suele estar alejado del estándar de Ikea. Es imposible trabajar como alto cargo público, lo dicen muchos expertos, con la misma librería que tu antecesor, con los mismos cuadros o la misma mesa de reunión. Por eso la mayoría entendemos perfectamente al alto cargo público griego que cambió las cortinas de su despacho, sustituyéndolas por otras de 27.000 euros. El precio de un monovolumen de 7 plazas «full equip«.

Grecia tiene una prima de riesgo del 25%, se contrae al 5%, ha sufrido más de una docena de huelgas generales en los últimos tres años, los salarios se han reducido un 20% y ha pedido dos rescates y una quita. Por eso, sería muy deseable que el único chiste «a la griega» que se pueda hacer de la realidad presupuestaria pública española, sea el de los 200.000 compatriotas que, formando parte de la población activa, se medicaban a precio de pensionista. Lo demás es ponérselo muy fácil a los columnistas del Wall Street Journal o del Financial Times.