Con este lema arranca este lunes en Madrid la esperada Cumbre del Clima o Conferencia de las Partes (COP25). La cita, que se desarrollará a lo largo de los próximos doce días, congregará a más de 25.000 participantes, entre políticos, empresarios, ONGs y científicos, y reunirá a los 195 países que conforman el Acuerdo de París con el objetivo de recrudecer la lucha contra el cambio climático.

El Acuerdo de París, firmado en 2015, perseguía situar el incremento de la temperatura global del planeta en 1,5ºC, estableciendo un límite de 2ºC respecto a los niveles de la era preindustrial. Sin embargo, estudios recientes señalan que la tendencia actual situaría el incremento de la temperatura del planeta por encima de los 3ºC a finales de siglo.

En este contexto, la ONU advierte la insuficiencia de las medidas adoptadas a nivel nacional y alerta sobre la importancia de tomarse en serio el recorte de emisiones para evitar los efectos devastadores del cambio climático.

Su secretario general, António Guterrres, lanza el siguiente mensaje: “El punto de no retorno se nos echa encima. La crisis climática ya no está en el horizonte sino a la vista, precipitándose hacia nosotros. Nuestra acción contra la naturaleza debe parar”.

Pese a que el pacto internacional no atraviesa su mejor momento -consecuencia de la puesta en marcha del proceso de salida de Estados Unidos y el retroceso que la guerra comercial con China ha supuesto en las políticas del gigante asiático- esperamos y deseamos que este encuentro se convierta en el punto de inflexión para la acción.