Ayer me fui a la cama con las orejas gachas. Resulta que en la radio, un preboste echó la bronca al personal por teletrabajar hechos unos zarrapastrosos, así que esta mañana he seguido un elegante código de vestimenta para ponerme delante del PC: americana de raya diplomática, camisa Oxford, corbata de seda, pantalón de chándal, […]