Dentro de la instrumentación de la política monetaria del eurosistema y, enmarcado en lo que se denomina como operaciones de mercado abierto (OMA), se ofrece a las entidades de contrapartida una operación de inyección de liquidez temporal, esto es, se realizan subastas a tipo fijo de préstamos a 3 meses el último miércoles de cada mes.

De forma coyuntural y excepcional, dadas las dificultades de acceso a financiación con que han contado estas entidades de contrapartida del eurosistema, el último trimestre de 2011 y el primero de 2012 se realizaron sendas inyecciones de liquidez con adjudicación plena y plazo de vencimiento superior al habitual (plazo de 3 años).

Desaparecidas las tensiones sobre la deuda soberana periférica y las dificultades de acceso a financiación de dichos Estados, se ha cumplido con la finalidad implícita para la que se realizaron estas dos primeras Operaciones de Financiación a Largo Plazo o LTRO (Long Term Refinancing Operations).

Sin embargo, la economía de la eurozona parece encontrarse en una situación en la que los riesgos que acechan son los de alejarse del objetivo de estabilidad de precios definido como el de crecimiento del Índice Armonizado de Precios al Consumo (IAPC) en el medio plazo entorno al 2% en la zona euro.

Contextualizando todo lo anterior y dado que aún no se ha incentivado a las entidades de contrapartida para que reactiven la inversión crediticia en la Pequeña y Mediana Empresa (PyMEs), no es descabellado pensar que se adopten medidas tendentes a realizar una nueva operación de financiación a largo plazo encaminada, ahora sí, a financiar la reactivación de la actividad de dichas PyMEs.

La forma de asegurarse de que la medida cumple con la finalidad pretendida sería mediante una subasta de adjudicación plena (se inyecta toda la liquidez demandada a un tipo fijo preestablecido) a tipo de interés inferior al actual de una nueva operación de financiación temporal a más largo plazo que las anteriores (LTRO a 3 años) en la que se incentivara la entrega, como colateral de dichas operaciones temporales, de valores negociables que cuenten con garantía de préstamos a PyMEs (Valores respaldados por Activos, ABS o Asset Backed Securities).

Por ejemplo, en España, para este tipo de figuras tendríamos los Fondos de Titulización de PyMEs (ftpymes) e incluso aquellos préstamos que cuentan con avales de entes privados o públicos (Sociedades de Garantía Recíproca, ICO…).

Alternativamente, también se baraja como posibilidad que el Banco Central Europeo lleve a cabo una compra directa de dicho tipo de valores.

Para contar con suficientes préstamos de este tipo a titulizar, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo:

1) reduciría la remuneración de la Facilidad Marginal de Depósito hasta tasas negativas, introduciendo desincentivos a que las inyecciones de liquidez concedidas a las entidades de contrapartida desvirtúen su finalidad de transmisión de política monetaria y vuelvan en la forma de Facilidad Marginal de Depósitos y,

2) ejercería cierta presión frente a la Autoridad Bancaria Europea (EBA o European Banking Authority) para que los préstamos a PyMEs, que cuenten con garantías, vean reducidos sus consumos de capital requeridos dado que las garantías adicionales ofrecidas por tales préstamos tienen valor.

De todas formas, el próximo 5 de Junio, la comparecencia ante los medios de comunicación del Gobernador del BCE, Mario Draghi, tras la celebración del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, nos sacará de las anteriores hipótesis y conjeturas realizadas.