El uso generalizado de móviles ha llegado a las entrañas de la empresa. Si no es difícil intuir las ventajas que pueden ofrecer como herramienta de marketing , ¿se imagina gestionar su propia empresa a través del smartphone? En el controvertido paradigma “Cloud Computing” radica la creciente expansión de aplicaciones que prometen modificar el funcionamiento de las organizaciones. En concreto, la consultora Forrester señaló que el desarrollo de aplicaciones de gestión a través del smartphone fue una de las cinco prioridades de las grandes empresas durante el pasado año, augurando un crecimiento exponencial en su implantación en el corto y medio plazo; así mismo, se calcula que en los países donde la contabilidad online posee actualmente cierto rodaje se alcance un 50% de inserción a lo largo de los próximos quince años.
Por otra parte, son precisamente las PYMES las que ocupan el primer puesto en la lista de usuarios de la nube para gestión así como en la implementación de las recientes aplicaciones de contabilidad para el móvil. No obstante, quizá el lector a estas alturas ya se haya planteado los inconvenientes del uso diario del smartphone para la gestión de la empresa: su limitado tamaño. Sin embargo, los defensores de esta herramienta vaticinan que este escollo se difuminará progresivamente gracias a los avances de la tecnología; por ejemplo, a través de un pico proyector y un teclado virtual proyectado sobre cualquier superficie.
La contabilidad online es intrínseco al ahorro de costes gracias, entre otros motivos, a que no exige la compra de licencias, el pago de actualizaciones, sistemas de almacenamiento al encontrarse los datos en la nube…Asimismo, implica dotar a la empresa de una mayor flexibilidad -en cualquier momento y lugar se puede acceder a la información contable de la organización a través del teléfono móvil o tableta- y, además, impulsa a un cambio de modelo de negocio hacia uno más descentralizado, con una mayor interacción entre asesores y gestores y un papel más relevante de los empleados. Tiempo al tiempo, pero…¿conseguirán los avances tecnológicos y el actual dinamismo de las organizaciones que la ciencia ficción se haga realidad?