¿Cómo las empresas contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático? La respuesta la podemos encontrar en cómo algunas instituciones están elaborando planes de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) que tienen en cuenta al cambio climático en la agenda.

La RSE es “el estudio de las repercusiones que las actividades desarrolladas por los agentes económicos tienen sobre la sociedad en la que están presentes. De forma específica, se analiza de forma positiva y normativa, el impacto en los ámbitos social, ambiental y económico de las acciones de las empresas, aunque también el papel de consumidores, administración y otros grupos u organismos”.

Además, la RSE es de las “acciones más profundas y genuinas que está hacia lo interno y tiene que ver con el ejercicio del liderazgo que puede hacer cada emprendedor. Las personas entrevistadas para el folleto comparten y dan participación a su equipo de trabajo, no solo funciones laborales, sino en las metas y anhelo en las que está inmersa la organización”.

Es por ello que la labor en las empresas para la sociedad y las comunidades en sentido general son esenciales para todos los actores. Muestra de ello es que, como refiere el artículo publicado por Martes Financiero, uno de los resultados más importantes de la cohesión ha sido tras la finalización de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), donde “muchas de las empresas e instituciones financieras más grandes del mundo habían anunciado voluntariamente nuevos y audaces planes para mitigar el calentamiento global”.

De acuerdo con el autor, “más de 5.200 compañías se han comprometido a alcanzar el objetivo de cero emisiones de carbono para 2050, y alrededor de 450 bancos, aseguradoras e inversores – que representan colectivamente $130 millones de millones (trillones en inglés) en activos y el 40% del capital privado global – se han comprometido a hacer que sus carteras sean neutrales en cuanto a emisiones de carbono en el mismo período”.

No obstante, de acuerdo con un reporte de Bloomberg, las grandes empresas como Amazon, Google, IKEA O Volkswagen aún siguen sin cumplir sus promesas. En el caso de Amazon “de tener cero emisiones de carbono para 2040 continúa sin estar fundamentada en algún objetivo explícito de reducción de sus propias emisiones, y con un papel importante previsto a través de compensaciones. Actualmente, la plataforma de comercio electrónico está tomando medidas proactivas -afirma el estudio- para probar una serie de tecnologías de descarbonización, especialmente la electricidad renovable y el transporte, pero los planes a mediano y largo plazo para otras fuentes de reducción de emisiones siguen sin estar claros”.

Mientras que amplían que, en el caso de Nestlé, “sus declaraciones de compensación son “incoherentes y engañosas”, cuestiones que socavan significativamente su integridad de visión a largo plazo y su estrategia global. El objetivo provisional de reducir las emisiones en un 50% para 2030 puede significar realmente sólo una reducción del 18% en comparación con su huella de emisiones de 2018”.