Que los inversores y bonistas (cocos y subordinados) del Banco Popular pierdan todos sus ahorros-inversiones, de la noche a la mañana, pues es consecuencia de una mala inversión. Así es como lo venden: «si te equivocas, asumes las consecuencias de tus errores». Hasta aquí, se puede entender. Sin embargo, produce incertidumbre sobre si las inversiones en acciones y bonos similares en cualquier otra entidad financiera están a buen recaudo. Por lo pronto, la desconfianza en el sistema bancario ha aumentado.
Que suceda en España, en un contexto macroeconómico estable, y un país que presume de unos elevados ratios de solvencia de sus instituciones financieras, frente a sus vecinos, inquieta aún más.

Dejo esta reflexión de Manuel Conthe sobre la intervención del Banco Popular.

Visto lo visto y la forma de decidir dejar a cero las acciones y determinados bonos del Banco Popular, ¿qué procede hacer con las acciones y bonos de otras entidades financieras?. Y me viene a la mente el refrán:»Si las barbas de tu vecino ves cortar, pon las tuyas a remojar»