Los factores determinantes que han propiciado la concentración o agrupación de empresas en los países más desarrollados y en los sectores más dinámicos e importantes de la economía, se pueden clasificar en los siguientes factores, como se muestra en la tabla 3.
TABLA 3. FACTORES DE LA CONCENTRACIÓN DE EMPRESAS
- Eliminación o suavización del riesgo.
- Racionalización de la producción y la distribución
- Contol económico en su área de operaciones o, lo que es lo mismo, tender hacia una situación monopolística.
- Motivos de índole financiera.
- Otros factores determinantes.
Fuente: Cañibano y Cea (1972)
Los factores representan, a su vez, las ventajas o las metas perseguidas por el grupo, según que se sitúen después o antes del momento de decisión.
La existencia de competencia entre las empresas produce una mayor incertidumbre sobre las decisiones a tomar respecto de los objetivos fijados, en suma, motiva una lucha por la supervivencia de la empresa o por evitar que sea desplazada de su sector por otras unidades más rentables, convirtiéndola en lo que se llama «empresa marginal» o de posible desaparición por su falta de competitividad o, lo que es lo mismo, falta de rentabilidad. Parece que la reacción lógica sea la de efectuar «acuerdos inter-empresas» o de buscar formas de agrupación o asociación. Se trata de eliminar, dentro de lo posible, el riesgo económico.
Si lo que se persigue es racionalizar la producción y la distribución, esto no difiere en el fondo de lo precedente, ya que la causa de la agrupación radica en la búsqueda de «economías de escala» tanto en el consumo de factores como en la organización del proceso productivo y en el lanzamiento al mercado de los productos, en consecuencia, en asegurarse los objetivos planteados, evitando riesgos innecesarios de actuar cada empresa por separado. Esta concentración busca también un efecto sinérgico o de sinergia positiva, que se define como ya ha sido comentada con anterioridad en el sentido de que «2 + 2 = 5»; es decir, que el efecto del grupo como tal o combinación de ambos elementos es superior al actuar como un todo que la simple suma de los efectos individuales de las partes.
El proceso de concentración persigue un control sobre el medio económico, tanto sobre el mercado de abastecimiento de los factores como respecto al mercado de ventas de los productos. El crecimiento de la empresa y la creación de grupos económicos lleva, de cualquier forma, a incrementar el poder de monopolio, efecto que procurará contrarrestar la Administración pública, si quiere defender las reglas del juego de las «economías de libre mercado». Si la economía está socializada, en mayor o menor medida, las relaciones entre la Administración y los grupos económicos estarán pactadas, en el sentido de cuáles son los sectores y los márgenes de actuación de estos últimos, según el plan económico elaborado. En este sentido, la concentración con fines de control económico estará mucho más atenuada.
Dentro de los motivos de carácter financiero podemos resaltar, como más importantes, los siguientes:
- Es evidente que las pequeñas y medianas empresas tienen grandes dificultades para acceder al mercado de capitales u obtener créditos bancarios a largo plazo, por ello, el proceso de concentración o el incremento de la dimensión se hace necesario.
- De otra parte, existe cierto interés por vincularse la empresa a la banca, así como esta respecto a la primera. Con este vínculo se logra disponer del mecanismo que asegure la financiación ajena, necesaria para el crecimiento.
- La existencia de estos vínculos hace que la banca pueda efectuar inversiones directas en las empresas o bien crear una sociedad holding (tenedora) que promoverá la creación de sociedades filiales de la primera, quedándose con sus paquetes de acciones y participaciones como único patrimonio, si bien ejerciendo el control sobre las mismas. De esta forma, se está produciendo una diversificación de la inversión y una distribución del riesgo sobre cada una de estas sociedades, considerada como objetivos o proyectos de inversión. Algunas empresas industriales se convierten por su propia dinámica económica en sociedades holding, abandonando su primitiva actividad a las filiales para centrarse en su actuación como unidad de decisión y financiera.
- La posición de privilegio de ciertas empresas en el mercado financiero, permite a estas el poder ampliar constantemente su volumen de producción y de venta, por lo que su crecimiento es permanente, primero en su actividad industrial original y segundo diferenciando sus actividades (diversificación) según que ofrezcan mejores perspectivas de rentabilidad.
Finalmente se pueden considerar otros factores que influyen, como son:
- Estímulos legales para que las empresas se concentren, con el fin de que el dimensionamiento de sus actividades esté más acorde a las necesidades del orden económico considerado. Estos estímulos se centran básicamente en exenciones y bonificaciones fiscales y en ventajas jurídico-financieras, como pueden ser apoyos del crédito oficial o facilidades exportadoras tecnológicas, etc.
- Incidencia de la inversión de capital en otros países originados por la explotación de tecnología y por las expectativas de beneficios superiores en los países en vías de desarrollo.
- La complejidad inherente a ciertas explotaciones induce a la concentración de varias empresas, como son los ejemplos de industrias del petróleo, navieras, aeronáuticas, etc.