El 1 de marzo se presentó el Libro Blanco de la Comisión Europea sobre el futuro de Europa, que representa su contribución a la Cumbre de Roma celebrada el pasado 25 de marzo y supone una propuesta para un nuevo comienzo de la Unión Europea a 27 países miembros. Este nuevo libro analiza la posible evolución de Europa en la próxima década. Para ello tiene en cuenta aspectos políticos, económicos sociales diversos, que van desde los populismos en la UE o la repercusión de la economía digital en el empleo.
El libro blanco señala que Europa es el mayor mercado único del mundo y cuenta con la segunda moneda más utilizada. Es la mayor potencia comercial y el mayor donante de ayuda al desarrollo y humanitaria. Pero la realidad que esconce esta situación es que la posición de Europa en el mundo se está debilitando porque pierde peso demográfico y económico, mientras otras regiones y países aumentan su importancia en ambos sentidos.
La Comisión Europea plantea la idea de que la prosperidad de Europa dependerá de su apertura al mundo y de la fortaleza de los relaciones con sus socios, y advierte de que la defensa del libre comercio y la configuración de la globalización en beneficio de todos es un reto cada vez mayor, porque tal y como se recogen en el libro blanco, los efectos de la recuperación siguen estando distribuidos de forma desigual en la sociedad y entre las distintas regiones y generaciones de europeos. De ahí que señale que uno de los retos es hacer de Europa una economía más inclusiva, competitiva, resiliente y preparada para el futuro. Y para este escenario futuro, el libro blanco presenta cinco alternativas posibles, analizando las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.
El primer escenario que plantea se denomina Seguir igual, y establece que los 27 países de la UE se centran exclusivamente en el cumplimiento de su programa de reformas de acuerdo con el espíritu de las orientaciones de la Comisión de 2014 «Un nuevo comienzo para Europa» y de la Declaración de Bratislava, aprobada por los 27 Estados miembros en 2016. Del análisis de las ventajas e inconvenientes destacar que el programa de acción positivo seguiría dando resultados concretos, sobre la base de una visión de futuro común, y se preserva la unidad de la EU-27, cuestionada en caso de conflictos. En este escenario podríamos acceder a banda ancha de alta calidad y alta velocidad en los centros urbanos y en las zonas rurales de Europa, de manera que se produce un repunte del comercio electrónico repunta, pero la entrega de productos enviados desde otro Estado miembro seguiría resultando excesivamente cara.
En el segundo escenario, denominado Solo el mercado único, la UE-27 se centra gradualmente en el mercado único al no alcanzar acuerdos los Estados miembros en un número creciente de ámbitos. Si se analizan los pros y los contras de este escenario, puede que sea más fácil entender el proceso decisorio, pero la capacidad de actuar colectivamente quedaría limitada, lo cual puede agrandar la brecha entre las expectativas y los resultados obtenidos a todos los niveles. En este escenario nos podríamos encontrar por ejemplo, que la UE-27 no consiga celebrar nuevos acuerdos comerciales porque los Estados miembros no son capaces de ponerse de acuerdo sobre las prioridades comunes o porque algunos bloquean la ratificación.
En el tercer escenario, denominado Los que desean hacer más, hacen más, la UE- 27 sigue funcionando como en la actualidad, pero permite a los Estados miembros que lo deseen una mayor colaboración en ámbitos específicos, como la defensa, la seguridad interior o los asuntos sociales. Surgirían en las llamadas «coaliciones de voluntades». Del análisis de las ventajas y los inconvenientes destacar que los derechos de los ciudadanos derivados del marco jurídico de la UE podrían variar en función de si el país en que viven ha optado por hacer más. En este escenario podría darse el caso de que un grupo de países colabore y acuerde un código común de Derecho mercantil, que unifique los ámbitos comerciales, societarios y otros aspectos legales conexos y ayude a las empresas de todos los tamaños a operar con mayor facilidad a nivel transfronterizo.
En el cuarto escenario, Hacer menos pero de forma más eficiente, la UE-27 centra su atención en determinados ámbitos de actuación prioritarios, mientras que interviene menos en los que se percibe que no aporta valor añadido. Entre los pros y los contras destaca que los derechos de los ciudadanos derivados del marco jurídico de la UE se reforzarían en áreas en las que elijamos actuar más y disminuirán en las demás, pero a la EU-27 le resultaría sumamente difícil decidir qué ámbitos deben priorizarse o en cuáles debe intervenir menos. Por ejemplo, en este escenario, los salarios, la legislación social y los niveles impositivos siguen siendo muy diferentes en toda Europa.
En el quinto y último escenario, Hacer mucho más conjuntamente, todos los estados miembros comparten más competencias, recursos y tomas de decisiones en todos los ámbitos; las decisiones se adoptan con mayor rapidez a nivel europeo y se aplican con más celeridad. Entre las ventajas e inconvenientes de esta propuesta destacar que se agilizaría toma de decisiones a nivel de la UE, y los ciudadanos tendrían más derechos derivados del marco jurídico de la UE, pero existiría el riesgo de que se produzca el distanciamiento de sectores de la sociedad que consideran que la UE ha sustraído demasiado poder a las autoridades nacionales. En este escenario podría darse el caso de que el Mecanismo Europeo de Estabilidad se convierte en el Fondo Monetario Europeo. Está sometido al control del Parlamento Europeo y asume nuevas responsabilidades para apoyar al Banco Europeo de Inversiones en la obtención de financiación para la tercera generación del «Plan Juncker» a fin de impulsar la inversión en Europa.
El Libro Blanco es la contribución de la Comisión Europea a la Cumbre de Roma, celebrada el pasado 25 de marzo, para conmemorar los 60 años de historia de la UE, pero también para analizar el futuro de la Unión Europea, marcando el inicio de ese proceso de reflexión y análisis. En los próximos meses la Comisión Europea, junto con el Parlamento Europeo y los Estados miembros, fomentará el debate en temas como la dimensión social europea, la profundización de la Unión Económica y Monetaria, el futuro de la defensa europea o las finanzas de la UE. Tal y como señala la propia Comisión Europea, en septiembre se este año, en el discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente Juncker profundizará en estas ideas de cara a las conclusiones en el Consejo Europeo de diciembre de 2017.