Que el periodismo es una disciplina ecléctica y fronteriza con otras ciencias es un hecho. Quizá en este origen mestizo radique su perpetuo psicoanálisis interno. Solo hay que ver las asignaturas que componen la titulación para comprobar la presencia de economía, derecho, sociología, filología… presentes no solo en el plan de estudios,  también en el quehacer y devenir diario del ejercicio profesional. El periodista tiene que saber un poco de todo para darle contexto al hecho del que informa, o al menos debería.

Desde hace ya un par de años, descubrí con entusiasmo la importancia de contar desde el periodismo con una emergente disciplina científica: la criminología. Gracias a mi compañero el criminólogo Abel González, y los intensos debates sobre el papel del periodismo y los periodistas ante los hechos luctuosos, decidimos poner en marcha el proyecto Se Ha Redactado un Crimen (#SHRUC). Un programa televisivo realizado en el plató de UDIMA en un sencillo formato de 20-25 minutos donde analizamos distintos hechos delictivos desde la doble perspectiva del periodismo y la criminología.

La idea de este programa me ha demostrado la enorme utilidad -debería ser más bien obligación- de que los periodistas acudamos a los expertos a la hora de hablar de hechos tan sensibles como los que se abordan en las informaciones de sucesos. Conceptos como sensacionalismo, estigmatización, re-victimización, o el hecho de interferir en las investigaciones policiales, han ido apareciendo a lo largo de los once programas que hemos grabado hasta ahora, y que deberían estar muy presentes en la cabeza y la conciencia del periodista que narra este tipo de sucesos.

El periodismo y la criminología comparte ingredientes que no solo les hacen compatibles, como el interés social y su perspectiva investigadora; mezclan bien desde el punto de vista de la especialización (en el mundo anglosajón ya existe la Media-Crimology), sino que además son una combinación atractiva para los públicos. Prueba de ello, es el creciente interés por el periodismo de sucesos con la resurrección en forma de serie televisiva de El Caso, basada en el mítico periódico del franquismo. A la serie que comienza esta misma semana le auguro gran éxito a poco bien que esté realizada. Esperemos que el mismo que a este matrimonio cómplice y científico del periodismo y la criminología.