Chatear, mandar whatsapp, enviar mensajes directos a través de Facebook, Instagram, TikTok o Twitter, ahora X y, por supuesto, mandar y recibir mails es todo comunicación. Es algo que se ha convertido en nuestro día a día, en algo que está al alcance de todos los que tienen un smartphone y, por lo tanto, se utiliza de manera muy habitual. Y no solo se utiliza de manera personal, sino también por motivos de trabajo, ya que con Teams o Slack la comunicación online es mucho más intensa, sobre todo a raíz del teletrabajo exigido por el coronavirus. Por eso, y debido a toda la cantidad de información que se envía por estos canales, es importante garantizar la privacidad y la seguridad en las comunicaciones. Y hay muchas maneras de conseguirlo:

Cifrado de extremo a extremo: Un pilar fundamental

Uno de los fundamentos más cruciales en la protección de las comunicaciones online es el cifrado de extremo a extremo. Esta técnica asegura que solo los participantes legítimos de una conversación tengan acceso al contenido de los mensajes intercambiados. En esencia, el mensaje se cifra en el dispositivo del remitente y solo se descifra en el dispositivo del receptor, evitando que terceros, incluso los proveedores de servicios, puedan acceder al contenido en texto claro. Aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Signal han adoptado este enfoque, brindando a los usuarios un nivel significativo de seguridad.

Protocolos de seguridad en comunicaciones

La infraestructura subyacente de Internet también desempeña un papel crucial en la garantía de la privacidad y seguridad de las comunicaciones online. Los protocolos de seguridad, como HTTPS (Protocolo Seguro de Transferencia de Hipertexto), se utilizan para cifrar las comunicaciones entre los navegadores web y los servidores. Esto impide que los atacantes intercepten y manipulen los datos transmitidos, lo que es especialmente relevante en transacciones financieras y el intercambio de información sensible. El uso generalizado de HTTPS ha contribuido significativamente a un entorno en línea más seguro.

Gestión de identidad y autenticación en dos factores

La autenticación sólida es un componente esencial para garantizar que solo las partes autorizadas accedan a las comunicaciones y los datos en línea. La autenticación de dos factores (2FA) agrega una capa adicional de seguridad al requerir no solo una contraseña, sino también una segunda forma de verificación, como un código enviado al dispositivo del usuario. Esto dificulta aún más el acceso no autorizado a cuentas y servicios, ya que incluso si una contraseña se ve comprometida, el atacante aún enfrenta un obstáculo adicional.

Protección contra ataques y monitoreo constante

Los proveedores de servicios online y las empresas tecnológicas implementan una variedad de medidas para proteger las comunicaciones de los usuarios contra ataques cibernéticos. Esto incluye la detección y prevención de intrusiones, la monitorización del tráfico de red en busca de actividad sospechosa y la aplicación de parches de seguridad para abordar vulnerabilidades conocidas en sistemas y aplicaciones. La rápida respuesta a incidentes de seguridad también es esencial para minimizar el impacto de posibles brechas.

Legislación y regulaciones de privacidad

En muchos países, se han establecido leyes y regulaciones para proteger la privacidad de las comunicaciones en línea. Ejemplos notables incluyen el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en la Unión Europea y la Ley de Privacidad de las Comunicaciones Electrónicas en los Estados Unidos. Estas regulaciones imponen requisitos a las empresas en cuanto a cómo deben manejar los datos de los usuarios y cómo deben informar sobre las violaciones de seguridad, brindando a los usuarios un mayor control sobre su información personal.

Amenazas constantes

En el día a día, hay muchas amenazas, como la creciente sofistificación de los ciberataques, ya que los hackers utilizan técnicas cada vez más sofisticadas para interceptar comunicaciones, robar datos personales o instalar malwares en dispositivos.

El aumento del uso de las redes sociales y otras plataformas online es una fuente de datos por robar para los cibercriminales. Estas plataformas recopilan una gran cantidad de datos personales sobre sus usuarios, que pueden ser utilizados para fines de marketing o para otros fines no deseados.

Y por supuesto, los usuarios no son conscientes de los peligros que entrañan ciertas actividades en Internet y, por tanto, no toman las medidas necesarias para protegerse.

Cómo protegerse

Para garantizar la privacidad y seguridad de las comunicaciones online, es importante que los usuarios tomen una serie de medidas preventivas, como utilizar contraseñas seguras y diferentes para cada cuenta, activar la autenticación en dos factores, evitar hacer clic en los enlaces sospechosos o abrir archivos adjuntos de remitentes desconocidos y ser conscientes de las políticas de privacidad de las plataformas online, a pesar de lo aburrido que puede ser leerlas y consultarlas antes de aceptarlas.

En la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, se ofrece el Grado en Ingeniería Informática, muy vinculado a todas estas cuestiones.