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La educación física, entendida desde el punto de vista tanto académico como deportivo, ha ido transformándose con el paso de los años mimetizándose con los patrones actuales de una sociedad abierta, formada y cambiante. Dicha enseñanza física entrelaza nuevas ideas como el fitness, la salud, el coaching…que van modelando a los futuros profesores, deportistas o consumidores de eventos deportivos.

Fruto de este camino surgen nuevos profesores con una notable formación multidisciplinar, competiciones deportivas muy evolucionadas a todos los niveles y eventos deportivos que van más allá de las superficies cotidianas de juego adentrándose en muchas ocasiones en el medio natural más virgen.

El deporte y la educación física deportiva están inmersos en un nuevo paradigma vivencial que hacen de dichos eventos sociales una experiencia que conjuga por necesidad  lo educativo, lo lúdico y lo económico. Deporte (escolar,  federado y profesional) convertido en acto social que obliga al docente a ser instruido en áreas como la asertividad, psicología deportiva, diversidad, economía organizativa…  Ligas municipales, competiciones federadas, gimnasios… entendidos como un acto socializador de deportistas y acompañantes que encuentran en ellos un medio para establecer relaciones que van más allá de lo deportivo dentro de un ámbito local y colectivo.

Por otra parte, en la actualidad muchos jóvenes deportistas cuando llegan a la mayoría de edad no continúan con los deportes “tradicionales” que venían practicando desde su etapa escolar. Dan el salto a deportes, o mejor dicho a eventos deportivos, que antes se consideraban minoritarios. Pruebas que hasta hace pocos años apenas gozaban de participantes por su dificultad, coste y riesgos en la actualidad superan con creces las plazas ofertadas para participar, siendo cobijo de muchos usuarios de deportes cotidianos. La mayoría son individuales, y se alejan del ámbito local adentrándose en entornos naturales lejanos de las grandes urbes con un encanto turístico superlativo.

Hasta hace no muchos años, el acceso al material técnico necesario para un evento como un ironman, una transpirenaica, una survivor race, una trail running, una ascensión a un pico elevado… era cuanto menos dificultoso sin contar el coste muy elevado de su obtención. Sin embargo, en los tiempos actuales de globalización del mercado su compra se hace fácil y accesible gracias a los grandes centros comerciales específicos de este sector, a su búsqueda por la red y  los precios más que competitivos que se encuentran. Una experiencia puesta al alcance de todos que permite conjugar aspectos como deporte, naturaleza, turismo y superación personal individual.

En muchas ocasiones estos participantes no se encuentran en edad juvenil y para ellos la prueba representa un medio para obtener un reconocimiento personal que posiblemente no haya conseguido su desempeño laboral en años. Un medio hasta cierto punto arriesgado por la gran exigencia biomecánica y orgánica que representan y que no va de la mano de la preparación física de un “deportista de ciudad” no habiendo relación directa entre sus capacidades y los límites hasta donde la prueba puede llevarle.

En estos últimos eventos, en los que se congregan temporalmente a diferentes grupos de personas con finalidades posiblemente distintas, la experiencia es el propio producto. La vivencia es el valor añadido deseado por el consumidor. Es por ello, que todo evento formativo relacionado con el deporte adquiere una importancia mayor cuando se puede comercializar como una experiencia de ocio generando una oportunidad de negocio.

Este cambio de modelo referido al deporte, a los usuarios deportivos y a la educación deportiva en general nos lleva a redefinir el modelo del prototipo de docente que debe instruir a los alumnos en clase teniendo como referencia el espectro deportivo que existe más allá de las aulas y del deporte tradicional. Un alumno que a la vez es deportista y que va a disponer de una nueva oferta deportiva para la que debe ser instruido, sensibilizado y orientado desde la base afianzando en él competencias específicas que preparen para el futuro.

La formación del docente, y por tanto las propuestas de los centros formativos, tiene que garantizar que sus propios conocimientos permitan dotar al alumno de capacidades para poder ser parte activa, segura y saludable de estas nueva oferta deportiva. Un modelado de objetivos, competencias, resultados de aprendizaje…acordes al deporte del futuro que busca en la naturaleza, la superación personal y el autoconocimiento su camino.