Nadie duda de que, desde finales del siglo pasado, cuando la informática apareció en nuestras vidas su uso se extendió a todos los ámbitos (profesionales, comerciales, educativos, sanitarios, etc.) así como la vida personal y familiar para facilitar y mejorar incluso, las tareas. Decimos que los niños “nacen” sabiendo usar los recursos informáticos como si, efectivamente, se les hubiera añadido a su código genético la capacidad de manejar y aprovechar estos recursos. Sin embargo y tristemente de modo “tradicional”, la Administración de Justicia ha ido quedando atrás en todas estas ventajas que permitirían archivar, tramitar, manejar la información o presentar alegaciones o demandas sin necesidad de emplear el papel y sin la necesidad de que personas físicas “hagan cola” como hasta ahora para que se les selle la entrega de un documento, se les dé traslado de las actuaciones o se reciba la firma de Juez o Secretario.
Algunos intentos se han hecho estos últimos años para acercar el trabajo en los juzgados al siglo XXI. Así, en el año 2004, se creó el sistema de gestión de notificaciones telemáticas que conocemos como Lexnet. Su uso se basa en el uso de un programa similar a un sistema de correo electrónico webmail que permite, previa identificación con certificado y firma electrónica, enviar notificaciones a profesionales (abogados, procuradores, abogacía del Estado, graduados sociales…) y recibirlas. Por otro lado, el sistema Lexnet interopera con otros sistemas de gestión procesal de las Comunidades Autónomas, todo lo cual, no sólo permite un intercambio seguro de información, ahorro de papel, mejora en el archivo y custodia de documentos e inmediatez de las comunicaciones. El sistema Lexnet se regula en el Real Decreto 84/2007 y se ha ido renovando a nivel técnico pero lo cierto es que tiene un largo historial de problemas, fundamentalmente la falta de compatibilidad con algunos sistemas o programas (Linux,, MacOS, Firefox, Safari….). Entre el año 2011 y el pasado 2015 se impulsó la integración de Lexnet con otros sistemas si bien se produjeron numerosas incidencias que bloquearon juzgados en toda España.
Quizá presionado por la Comunidad Europea, el Ministerio de Justicia promovió que el día 1 de enero de 2016 fuera definitivamente el día de “Papel Cero” o la revolución digital de la Justicia. Sin embargo, llego el primero de año con casi todo por hacer, de modo que los profesionales de la Administración y los profesionales externos se quejan de diversos fallos: no se ha dotado de la firma electrónica a todos los implicados, no se ha preparado a los funcionarios suficientemente, no se han actualizado todos los ordenadores, etc. Todo lo cual, en vez de agilizar el proceso, lo enlentece y no garantiza una buena administración de la legalidad.
Conociendo los sucesivos (e infructuosos) intentos de modernizar la Administración de Justicia, a finales de 2015, junto con los muchos y buenos deseos de felicidad y prosperidad para el año nuevo, corrió en las redes sociales el siguiente “villancico” jocoso:
El camino que lleva Lexnet,
Lleva a que falle la notificación,
Los calzoncillos ya comienzan a oler
Y en el Juzgado está cundiendo el temor,
Al procurador, procurador.
Yo quisiera mandar por Lexnet
Algún escrito que se admita Señor
Mas tú ya sabes que no quieren papel
Y no poseo más que un viejo PC,
Un ordenador, computador…
El camino que lleva a Lexnet
Alguien pensó que sería innovador,
Mas tú ya sabes que no funciona bien
Y que el día uno puede ser un horror
Devastador, aterrador.
Cuando el Juez me vio llorando ante él,
Me acompañó…

Aparte de las bromas más o menos justificadas, y, en cualquier caso, para que “papel cero 2016” no sea otra vez “papel mojado”, se están haciendo intentos acelerados por evaluar los fallos del sistema, resolverlos y proporcionar el objetivo perseguido: que el trabajo de los diferentes agentes de la justicia no sea tanto de escribir, grapar y fotocopiar y se dedique a proporcionar al ciudadano una rapidez en la aplicación de la Ley que lo convierta en verdadera Justicia.
Julia María Fernández Martín.Médico Forense. Profesora de Medicina Legal.