Estimados lectores, vamos a hacer un ejercicio simplificado de la situación actual de crisis y una de las soluciones a ella: la internacionalización.

Algunos de vosotros pensáis que la única solución de la crisis pasa por que los mercados financieros dejen de especular, el mercado intercambiario bancario fluya, las divisas dejen de ser atacadas, la prima de riesgo se estabilice en Italia, España y compañía, el BCE tenga más gobernanza, Grecia salga del bache … y un sinfín de desarreglos económicos que están fuera de nuestra alcance como empresarios.

Sí que es verdad que la restricción del crédito en España es debido al entorno internacional, y que sin crédito muchos de los proyectos que estaban planificados no verán la luz. Al no tener proyectos no se generan más puestos de trabajo. Por otro lado al haber menos crédito, la población tiene menos dinero para consumo interno en el país, lo que afecta a que la demanda de los productos de las empresas españolas caiga y se generen menos puestos de trabajo. La suma de falta de proyectos y falta de demanda desemboca en una sobreproducción de la economía que se tendrá que cubrir con una demanda que no hay en el país.

La solución pasa por salir al exterior, hacia aquellos países que sí están creciendo por encima de la UE, sea el caso del ASEAN, los llamados BRICs y América Latina entre otros. Estamos hablando de más de la mitad de la población mundial. Las medidas, para frenar la sangría del paro, pasan por que las empresas exportadoras tienen que tener una política de captación de inversiones extranjeras que juegue un papel fundamental a la hora de crear empleo, tirar de la competencia interna y captar tecnología.

España cuenta con empresas multinacionales que ya lo llevan haciendo, en cuanto a la tarea de la internacionalización se refiere, desde hace tiempo pero son las PYME las que deberían de optar a ello de una forma más asequible y quitándose complejos, porque las empresas españolas saben competir en España ¿por qué no en el extranjero?, para ello se debe de fomentar una unión, colaboración y alianzas empresariales para crecer en tamaño.

Para ello las empresas ya cuentan con instrumentos de promoción, como el esfuerzo que están desarrollando programas nacionales como el FIEM -Fondo para la Internacionalización de la Empresa- y el Fonprode -Fondo de Promoción del Desarrollo-. También hay otros instrumentos como las colaboraciones público-privadas, el Cofides -Compañía Española de Financiación al Desarrollo- y el ICEX – Instituto de Comercio Exterior- que últimamente está teniendo más peso en la internacionalización de las empresas españolas: mediante misiones comercial directas en inversas, programas de formación a empresas, becas para que empresarios españoles contraten a estudiantes formados en la tarea internacional, programas de información sobre licitaciones y un sinfín de actuaciones que denota que internacionalizarse no es tarea tan compleja como se creía.

Por tanto desde la UDIMA animamos a que las empresas PYME españolas salgan a exportar sus productos y servicios, a optar a licitaciones de cualquier tipo de obra, se creen alianzas con empresas extranjeras y se internacionalicen creando sedes en otros países.