En este artículo pretendo hacer mi aportación al debate sobre las implicaciones económicas y financieras de una declaración unilateral de independencia en Cataluña. Considero que los efectos de la misma serían desastrosos.
El futuro económico y financiero a corto plazo para una Cataluña independiente implicaría lo siguiente: Riesgo de colapso bancario y fuga de depósitos, imposibilidad de financiación en mercados de bonos para grandes empresas y administraciones públicas por calificaciones crediticias de bono basura, salida de la zona euro y de la Unión Europea (inestabilidad monetaria con riesgo de hiperinflación, subidas muy fuertes de tipos de interés, desplome del tipo de cambio de la futura moneda nacional catalana y riesgo elevadísimo de falta de convertibilidad de la misma), disminución drástica del comercio exterior por el efecto arancel y por una fuerte caída de exportaciones al resto de España, recesión económica, fuga masiva de empresas, colapso fiscal por la caída de recaudación impositiva más el coste de la no España (necesidad de crear la nueva infraestructura institucional para el nuevo estado), imposibilidad de asegurar los servicios públicos indispensables, aumento fortísimo del paro y ausencia de una mínima seguridad institucional para atraer inversiones extranjeras. Incluso, a corto y medio plazo, se produciría una caída del turismo.
Ojalá me equivoque, pero los pronósticos son terriblemente sombríos. Espero que los rectores de la política catalana tengan todo esto en consideración a la hora de adoptar sus decisiones. La crisis de 2008 puede resultar una broma en comparación con lo que podría ocurrir si se aplica la DUI.