El sistema financiero de una nación o país está integrado por la suma de instituciones, activos financieros y mercados, cuya finalidad es la de canalizar el ahorro que generan las unidades productivas y de gasto con superávit, hacia los prestatarios o unidades de gasto con déficit.

Dichas unidades pueden ser públicas o privadas.

A los tres elementos expuestos habría que sumarle un cuarto elemento integrante del sistema financiero, como es el sector público. El Estado a través de la política financiera organiza y regula los mercados, los intermediarios e incluso los activos.

Las responsabilidades que el sistema financiero de un país debe cumplir son:

  • Garantizar una eficaz asignación de los recursos financieros, es decir, proporcionar al sistema económico los recursos necesarios en volumen, cuantía, naturaleza, plazos y costes.
  • Garantizar el logro de la estabilidad monetaria y financiera (política monetaria).

El sistema financiero canaliza el ahorro o excedente producido por las empresas, instituciones y economías domésticas y posibilita su trasvase hacia otras empresas y economías domésticas deficitarias así como al propio Estado, bien para proyectos de inversión o para la financiación de gastos corrientes y planes de consumo.

A la hora de hacer un análisis comparativo entre los sistemas financieros de diferentes países se puede efectuar atendiendo a su grado de intermediación:

  • Sistemas financieros basados en el mercado.
  • Sistemas financieros basados en el crédito.

2.1.  LOS SISTEMAS FINANCIEROS BASADOS EN EL MERCADO

Estos se encuentran en el mundo anglosajón, siendo sus mejores ejemplos los de Reino Unido y Estados Unidos.

Sus características básicas son las siguientes:

  • Son sistemas financieros con una larga tradición bursátil, con mercados amplios y profundos en donde la proporción de pequeños inversores es relativamente elevada.
  • Las empresas son menos conservadoras, menos adversas al riesgo y, por tanto, más favorables a permitir la entrada de nuevos propietarios en su tejido accionarial. Esto favorece que sus patrones de política financiera sean algo diferentes. Obtienen fondos a través de autofinanciación y en menor medida a través de la emisión de deuda y ampliaciones de capital en los mercados oficiales. Dentro de su financiación a través de recursos ajenos el peso de los préstamos es pequeño. La principal ventaja que obtienen es que el coste de la financiación lo fija el mercado en función de la demanda que exista de su emisión.

2.2.  SISTEMAS FINANCIEROS BASADOS EN EL CRÉDITO

Como ejemplos se pueden citar los sistemas financieros de Francia, Japón o España, países con una trayectoria bursátil más reciente y con un mayor grado de proteccionismo en su política financiera.

Sus características fundamentales son:

  • Tejido empresarial más conservador, en el cual la forma básica de financiación son los beneficios retenidos y los préstamos bancarios.
  • Las entidades crediticias tienen un elevado poder de mercado que les permite una cierta influencia a la hora de fijar el coste de la financiación.
  • Las entidades crediticias son las principales encargadas de supervisar la evolución de la empresa que ha obtenido los fondos, mientras que en el sistema anterior es el propio mercado quien desarrolla esta labor.

2.3.  UNIDADES EXCEDENTARIAS Y DEFICITARIAS

El sistema financiero trata de canalizar el ahorro generado por unidades de gasto excedentarias hacia unidades de gasto deficitarias (véase tabla 1), esto es, pone en contacto a compradores y vendedores.

TABLA 1

Deficitarias:
Excedentarias:
•  El propio Estado: empréstitos del Reino de España.
•  Gobiernos extranjeros y supranacionales (Unión Europea).
•  Instituciones: comunidades autónomas, municipios y otros entes locales.
•  Empresas públicas y privadas.
•  Economías domésticas.
•  Economías domésticas.
•  Instituciones de inversión colectiva (fondos de inversión).
•  Compañías de seguros.
•  Mutualidades y fondos de pensiones.
•  Empresas privadas.
•  Empresas públicas, instituciones y Estados si los hubiese con superávit
Fuente: elaboración propia

2.4.  EL SISTEMA CREDITICIO

El sistema crediticio está compuesto por el conjunto de instituciones crediticias de un país. En España está integrado por el Banco de España que, a su vez, forma parte del Banco Central Europeo, el sistema bancario y las entidades de crédito oficial.

El «banco de emisión» constituye un instrumento de la política monetaria que realiza el Banco Central Europeo; la inspección de la banca privada, la alta dirección, coordinación e inspección de las cajas de ahorro la realiza el Banco de España.

2.4.1.  La banca o sistema bancario

La banca o sistema bancario es un conjunto de instituciones que permiten el desarrollo de todas aquellas transacciones entre personas, empresas y organizaciones que impliquen el uso de dinero.

Los criterios por los cuales se puede clasificar la banca aparecen en la tabla 2:

TABLA 2

  • Banca extranjera. Bancos filiales de otros cuyas sedes centrales o sociedades matrices se hallan ubicadas en terceros países. Bancos cuyo capital social (en su totalidad o en su mayoría) es propiedad de no residentes.
  • Banca de negocios. También es conocida como banca de empresas o banca al por mayor. Se dedica a la realización de  grandes operaciones con empresas, aunque, a veces, también opera con inversores institucionales y administraciones públicas.
  • Banca oficial. Bancos cuyo capital es propiedad del Estado o de sus organismos autónomos. Se halla integrada, además del Banco de España, por las Entidades Oficiales de Crédito.
  • Banca industrial. Son aquellos bancos cuya función dentro del sistema bancario se orienta, de forma exclusiva o preferente, a la promoción de nuevas empresas industriales o agrícolas y al desarrollo de las existentes, mediante la concesión de créditos a medio y largo plazo para financiar sus inversiones en activo fijo o inmovilizado.
  • Banca comercial. Bancos especializados en la admisión de depósitos y concesión de créditos a corto plazo.
  • Banca universal. Bancos que realizan todas las operaciones propias de la actividad bancaria y que dirigen la prestación de sus servicios a todo el mercado y no a ningún segmento o sector del mismo en particular. Banca no especializada.
  • Banca electrónica. Prestación de servicios financieros al cliente mediante equipos informáticos de manera que pueda realizar sus transacciones bancarias en tiempo real. Banca por Internet.
  • Banca directa. Es la  banca que haciendo uso del teléfono, el telefax y el cajero automático le permite a sus clientes acceder a todo tipo de servicios bancarios sin necesidad de mantener contacto personal con los empleados de la sucursal bancaria.
Fuente: elaboración propia

2.4.2.  Las cajas de ahorro

Las cajas de ahorro son  instituciones de patronato oficial o privado, sin ánimo de lucro, de interés público pero de naturaleza privada. Pueden considerarse benéfico-sociales en cuanto al destino de sus excedentes, pero en su operativa siguen las prácticas mercantiles habituales, actuando de igual forma que la banca.

La principal característica de las cajas de ahorro es que no tienen acciones como los bancos, sino un fondo fundacional, por lo que no pueden reforzar sus recursos propios mediante ampliaciones de capital, si bien pueden emitir títulos participativos que se computan como aquellos a efectos de su capitalización.

2.4.3.  Las cooperativas de crédito

Las cooperativas de crédito pueden ser rurales o no. Pueden admitir imposiciones, concertar operaciones de ahorro, conceder anticipos, préstamos, créditos, descuentos, realizar cobros y pagos, emitir obligaciones y, en general, todas las operaciones típicas de la banca.

2.4.4.  Otras instituciones

Además de estas sociedades financieras y al margen del sistema crediticio tradicional, hay una serie muy dispar de instituciones que realizan funciones de intermediación en el mercado financiero y monetario, como son las sociedades de financiación,  sociedades de leasing,  sociedades de garantía recíproca, sociedades de crédito hipotecario, de factoring y las sociedades y fondos de capital-riesgo.

2.5.  LOS MERCADOS FINANCIEROS

La canalización del ahorro hacia la inversión se realiza a través de dos medios o intermediarios claramente diferenciados: la intermediación bancaria y la intermediación financiera.

En la intermediación bancaria el banco o la caja hace suyo el dinero de los ahorradores y lo presta a los inversores. El banco debe el dinero a los ahorradores (depositantes) y a él se lo deben los inversores (titulares de préstamos o créditos).

En la intermediación financiera ahorradores y inversores se relacionan a través de los mercados financieros. Los mercados financieros son, en consecuencia, la esencia del sistema financiero, y son aquellos mercados en los que solo se contratan activos financieros, es decir, títulos o derechos sobre bienes negociables convertibles en dinero.

Existen diversas clases de mercados financieros según se atienda a distintas características para su agrupación. Esta clasificación se puede ordenar de forma que se recoge a continuación:

  • Por su estructura:

– Mercado de búsqueda directa. Compradores y vendedores han de localizarse directamente para la compraventa de activos financieros.
– Mercado de comisionistas (brokers). Existen mediadores especializados que ponen en contacto a los compradores y vendedores, cobrando una comisión por el servicio.
– Mercado de mediadores (dealers). El mediador compra el activo y lo vende a un comprador, es decir toma posiciones por cuenta propia. Su beneficio está en el margen que obtiene entre el precio de compra y el de venta.
– Mercado ciego (market makers). El creador de mercado publica los precios a los que está dispuesto a hacer las operaciones de compraventa. Su beneficio está en el margen que obtiene.

  • Por el tipo de activos:

– Mercado de capitales. Se negocian activos financieros a largo plazo, por ejemplo las bolsas de valores.
– Mercados monetarios. Se negocian activos financieros a corto plazo, con poco riesgo y gran liquidez.
– Mercados de divisas. Se negocian las monedas de los países mas solventes (divisas convertibles).

  • Por la fase de negociación:

– Mercados primarios. Es el mercado en el que tiene lugar la primera colocación de un activo financiero por parte de su emisor.
– Mercados secundarios. Es el mercado donde se negocian los activos una vez han sido emitidos en el mercado primario. Las bolsas de valores son fundamentalmente mercados secundarios, aunque excepcionalmente se emiten acciones nuevas, que una vez compradas al emisor (OPV), pasan al mercado secundario.

  • Por el plazo:

– Mercados al contado. La operación de compraventa coincide con la entrega del activo financiero adquirido. Por ejemplo, las bolsas de valores.
– Mercados a plazo. La operación de compraventa se realiza al precio de la sesión, pero el activo financiero se entrega en una fecha determinada futura. Por ejemplo los mercados de opciones y futuros.

  • Por el grado de organización:

– Mercados organizados. Son los mercados que se rigen por reglas y normas a las que deben atenerse todos los participantes del mercado. Por ejemplo, las bolsas de valores.
– Mercados no organizados (over the counter). Son los mercados en los que las condiciones de compraventa son fijadas libremente por las partes para cada operación.

  • Por el sistema de contratación:

– Mercado de «corros». Mercado tradicional en el que se cruzan las operaciones de compraventa a viva voz durante un corto periodo de tiempo. Por ejemplo los mercados de corros de las bolsas españolas.
– Mercado electrónico. Mercado muy fluido que no tiene sitio físico de contratación y que se forma por el cruce de operaciones introducidas en terminales de un ordenador central. Por ejemplo, el mercado continuo de las bolsas españolas.
– Mercado telefónico. Mercado muy fluido que no tiene sitio físico de contratación y que se forma en los contactos telefónicos continuos entre los diversos operadores del mercado. Por ejemplo, los mercados de divisas.