Los argumentos sobre la dinámica basada en la circulación económica y financiera explican la actividad productiva de la empresa. Deteniéndose en el análisis de tal circulación se pueden considerar dos ciclos diferentes, a saber, uno a largo plazo sobre el que se plantea la circulación financiera (ciclo de capital), y otro a corto plazo que gira alrededor de la circulación económica (ciclo de explotación), es decir, aquel centrado en la actividad desarrollada en el ejercicio económico (un año).

El ciclo de capital expresa el proceso de captación de recursos financieros de los mercados que componen el sistema financiero o incluso fuentes de financiación disponibles para la empresa y su aplicación en activos específicos (proceso de inversión) facilitando el desarrollo de las operaciones o actividad productiva pretendiendo la generación de nuevos recursos financieros (desinversión), permitiendo la remuneración de los inversores o titulares de los recursos financieros (rentas de capital: intereses y dividendos) para su cobro o reinversión (autofinanciación de la empresa) según se estime en la dirección de la organización (véase figura 4).

Figura 4. Ciclo de capital de la empresa

Por su parte, el «ciclo de explotación» o «ciclo del ejercicio» expresa el conjunto de actividades cuyo desarrollo permite recuperar los recursos financieros invertidos.

Este ciclo comienza con la inmovilización de recursos financieros para adquirir los factores productivos durante el ejercicio económico que permiten desarrollar el proceso de producción. A caballo entre estas actividades se encuentra otra función de explotación denominada «logística interna», con responsabilidad sobre la gestión de inventarios, almacenes, además del mantenimiento y control de los medios de producción para que el marco input-output sea lo más eficiente posible. También la función de producción se asocia con las tareas de distribución o logística externa, encargándose de almacenar y hacer llegar en los plazos y condiciones físicas determinadas en los acuerdos todos los productos y servicios derivados de la anterior función.

Finalmente, la tarea de ventas, la cual incluye el conjunto de actividades de comercialización, promocionando así la compra por parte del cliente contando con la gestión financiera para el cobro de las ventas.

Este «ciclo del ejercicio», que gira alrededor de la dinámica dinero-mercancía-dinero, suele presentar un cierto patrón temporal en tanto que los factores y variables inherentes ostenten una determinada estabilidad. La duración de este ciclo se denomina «periodo medio de maduración», a saber, el tiempo promedio que una empresa tarda en recuperar una unidad monetaria invertida en su explotación. Así, este tiempo puede calcularse por la agregación de los siguientes periodos (véase figura 5).

PMM = dm + da + dp + dv + dc
Figura 5. Ciclo de explotación de la empresa

Los periodos de aprovisionamiento (a), producción (p), ventas (v) y cobro (c) deben expresarse en días teniendo en cuenta el cálculo de las rotaciones de los diferentes valores. El planteamiento del PMM es muy útil para identificar el capital circulante mínimo o también denominado «fondo de maniobra» que requiere la empresa, pudiendo aplicar técnicas para reducir plazos lo cual redundará en la mejora de la productividad o la rentabilidad.

El PMM se calcula como sigue:

  • Periodo de aprovisionamiento:

– Rotación de los almacenes de materiales:

Siendo:

M = Volumen de compras de los materiales durante el ejercicio.
m = Saldo o stock medio de los materiales en almacén durante el ejercicio.

–   Cálculo de días del periodo:

  • Periodo de producción:

– Rotación de la producción:

Siendo:

C = Coste total de la producción del ejercicio.
c = Saldo o stock medio de la producción en curso durante el ejercicio.

– Cálculo de días del periodo:

  • Periodo de venta:

– Rotación de los almacenes de productos terminados:

Siendo:

P = Coste de las ventas del ejercicio.
p = Saldo o stock medio de los productos en almacén durante el ejercicio.

– Cálculo de días del periodo:

  • Periodo de cobro:

– Rotación de los créditos comerciales o cuentas a cobrar:

Siendo:

V = Volumen de ventas del ejercicio.
v = Saldo medio de los créditos comerciales durante el ejercicio.

– Cálculo de días del periodo:

El fondo de maniobra o capital circulante se expresa así:

FM = AC – PC

El activo circulante medio (AC) se podría calcular, si se conocen los costes diarios medios:

cA = Coste diario medio de aprovisionamiento (factores almacenables).
cP = Coste diario medio de producción de factores no almacenables (básicamente mano de obra y energía, excluidas las amortizaciones de los activos fijos).
cV = Coste diario medio de cobro (gastos financieros).
cc = Coste diario medio de distribución y comercialización.
cG = Coste diario medio de gestión o administración (gastos generales).

De esta forma:

AC = dAcA + dp (cA + cp) + dv (cA + cp + cV) + dC (cA + cp + cV + cC) + dMcG

Si también se conocen los plazos medios para pagar los diferentes gastos:

xA = Plazo medio o días para pagar los factores almacenables.
xp = Plazo medio o días para pagar los factores no almacenables.
xV = Plazo medio o días para pagar los gastos comerciales.
xc = Plazo medio o días para pagar los gastos financieros.
xG = Plazo medio o días para pagar los gastos generales.

El pasivo circulante (PC) se calcularía así:

PC = xAcA + xpcp + xvcV + xCcc + xGcG

De donde, sustituyendo en:

FM  =  AC  –  PC

Se llega a la siguiente expresión:

FM = cA (dM – xA) + cp [(dp + dV + dC) – xp] +
+ cV [(dV + dC) – xV] + cC (dC + xC) + cG (dM – xG)

En el caso de no existir créditos de provisión de factores o pasivo circulante, el FM sería igual al AC, y si la empresa logra periodos menores de rotación que de aplazamiento de los gastos, el PMM y, por tanto, el FM pueden ser negativos, representando un ahorro al no necesitar financiación permanente.

Finalmente, se habla de un periodo financiero dentro del esquema de los periodos medios de maduración que establece las bases de financiación que obtiene la empresa debido a los desfases existentes entre el cobro y el pago. En este sentido, las empresas buscan el mayor margen posible en la cantidad de días sobre los que se difiere el pago basándose en el periodo medio de maduración.

Si por ejemplo el PMM es de 40 días, y el periodo medio de pago es de 60 días, entonces quedan 20 días de margen para la empresa.