La variación de los precios es una de las informaciones más relevantes para la economía. La medición de dicha variación se lleva a cabo a partir del calculo de un índice de precios al consumo (IPC) que, a su vez, nace de la comparación del coste de una cesta de bienes en dos momentos diferentes. Los bienes de esa cesta son una selección de entre los más consumidos por los españoles. El primer momento, conocido como base, sirve de referencia en la comparación para los posteriores momentos. En dicho momento (año base), el índice toma el valor de 100. Se calcula un IPC cada mes, de tal forma que la variación interanual de los precios se establece al calcular la variación de dicho índice respecto al mismo mes del año anterior.

Especialmente los cambios en los patrones de compras de los consumidores pueden hacer que la cesta de compra presente diferentes problemas o sesgos, que hagan que cada vez sea menos representativa del consumo medio de una economía. Debido a estos sesgos, la cesta se renueva cada cierto tiempo, cambiando por tanto el año base sobre el que comenzarán a calcularse los nuevos IPCs. La última renovación se produjo en 2011. la penúltima, en 2006.

Siguiendo la secuencia quinquenal, el pasado año, 2016, es el nuevo año base para el IPC y, a partir de febrero de 2017, los índices calculados se ajustan a una nueva metodología cuyos cambios más importantes son los siguientes:

1. En las ponderaciones de la cesta, 8 grupos aumentan su peso en la misma (alimentos y bebidas no alcohólicas, bebidas alcohólicas y tabaco, vivienda, medicinas, comunicaciones, ocio y cultura, enseñanza y hoteles, cafés y restaurantes), mientras que en 4 grupos el peso disminuye (vestido y calzado, menaje, transporte y otros bienes y servicios)

2. Aumenta el número de subclases o agregaciones de bienes y servicios al máximo nivel de detalle, pasando de 126 en la antigua cesta de 2011 a 219 en la nueva.

3. El número total de artículos de los que se recogen precios desciende de 489 a 479.

4. La representatividad de la cesta de consumo mejora con la introducción de artículos como las cápsulas de café, los servicios en línea de vídeo y música o los juegos de azar y la salida de la misma del brandy, el DVD grabable o la videocámara.

5. Se reduce el número de artículos estacionales (frutas , verduras y hortalizas frescas) al estar disponibles durante todo el año.

Otros cambios metodológicos tienen que ver con la adecuación de la información que se recoge de la Encuesta de presupuestos familiares, para adaptarse conceptualmente a la definición de consumo propia del Sistema europeo de cuentas.